sábado, 9 de mayo de 2020

¿Y si el virus no hubiese venido de China? ¿Lo habríamos combatido de forma diferente? Ocho semanas de confinamiento

Cuando está a punto de concluir la octava semana de confinamiento, cuando todavía nos quedan unas cuantas por delante y a la espera de ver si el presidente Sánchez nos cuenta algo más sobre sus planes sabatinos, me hago las siguientes reflexiones:
  • ¿Cómo se hubiese gestionado esta crisis sanitaria si en vez de provenir el bicho de China hubiese provenido de occidentes?
    • Pienso que no hubiésemos seguido el modelo comunista-chino de confinamiento. 
    • Qué hemos optado por ese porque China nos sirvió de semi-modelo (allí el confinamiento se limitó a una provincia).
    • Creo que hubiésemos optado por una gestión más de bisturí (aislar residencias de ancianos, montar un dispositivo para facilitar alimentos a las personas que quedasen aisladas en sus domicilios por tener síntomas, se hubiese hecho obligación el uso de mascarillas, se hubiesen suspendido las grandes concentraciones de personas e incluso las clases escolares, etc. pero sin dejar que la economía cayera en picado.).
    • En ese modelo alternativo la crisis sanitaria no se convertiría en una terrible crisis económica.
    • Ni se nos hubiese pasado por la cabeza restringir nuestras (hasta ahora) sagradas libertades.
    • Desde luego, me inclino a pensar, que la hiper-regulación de la desescalada con prohibiciones por horas, por metros, por compañías, etc. No se hubiese planteado, y mucho menos aceptado.
  • Se ha hecho de la forma en que se ha hecho, en parte porque los gobiernos tienen que hacer algo, ante un público que les exige solución a todos sus problemas. Y en parte porque el modelo, el precedente, ha sido un país como China, que a pesar de tener apariencia de país moderno con abundante tecnología, es una dictadura comunista.
Lo que me lleva reflexionar que nos enfrentamos a dos problemas esenciales:
  • Uno es que nuestra sociedad está en proceso de decadencia cuya máxima expresión es poner un exceso de confianza en los gobiernos. Pues eso significa una perdida casi completa de confianza en las propias personas y en la sociedad. Es cierto, que en España ya hemos tenido experiencias de decadencia en el pasado, así que ahora lo nuevo es que esa decadencia de extiende a países de nuestro entorno. Incluyendo a los EEUU cuya situación de ir a menos también comienza a ser evidente.
  • China se convierte en un modelo a seguir aunque no comparta los valores occidentales de libertad, democracia, justicia independiente, prensa libre, respeto a los derechos humanos y a la propiedad privada. Desde el siglo XVI occidente ha sido la locomotora del mundo aportando todas las grandes revoluciones de la humanidad basadas en el humanismo individualista. Parece que ese periodo ha llegado definitivamente a su fin. La historia y la tradición China está más cerca del colectivismo de las Ciudades prohibidas, de los grandes aparatos burocráticos constituidos por élites funcionariales, de las hiper-regulaciones del hijo único, del partido comunista....
La combinación de ambos elementos es un cóctel de graves consecuencias para nuestra sociedad. Pues soy de la opinión que grandes grados de libertad e ilusión que vivieron nuestros abuelos y padres en los años 60's, 70's y 80's a pesar de sus crisis, no los hemos vivido nosotros en el siglo XXI, y me entristece pensar que los tiempos que están por llegar van a ser muy diferentes, porque lo cierto es que dudo que puedan ser mejores.

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