martes, 26 de mayo de 2020

Sánchez, a por 40 años de sanchismo

La única constante en las acciones políticas de Sánchez es su querencia por el poder. Nada de ideología, nada de moral, ni de coherencia, ningún rumbo más allá del poder por el poder. Quiere estar cuarenta años en la Moncloa, y sabe que en España es posible. El populismo nacionalista catalán y vasco lo han conseguido, al igual que el populismo socialista andaluz. Incluso, salvando las distancias, Franco aguantó en el machito cuatro décadas con su particular fórmula nacioal-populista.


Con frialdad y sin escrúpulos, Sánchez ha decidido fijarse en los elementos políticos comunes desarrollados en esas tres comunidades autónomas. Además, se ha juntado con Iglesias que se mira en el espejo del peronismo argentino y del chavismo venezolano con decenios mandando, sin importar ni las mentiras ni el destrozo económico ocasionado.
¿Qué tienen en común todos esos regímenes?, pues un relato simple de buenos -ellos mismos- y de malos responsables de todos los problemas. Estos últimos pueden ser los españoles centralistas-mesetarios; los señoritos-engominados del PP; o los yanquis-capitalistas del norte. Franco hizo lo propio echando mano de los del contubernio-comunista-judeo-masónico de los enemigos de España. La victoria sobre el mal conlleva la promesa de un paraíso que puede ser la Independencia, la República, la nueva normalidad igualitaria, verde y feminista, una nueva constitución bolivariana o un destino en lo universal.
Para la difusión del relato la prensa tiene que estar controlada o comprada y tiene que hacer mucho frío para el que se quede a la intemperie. Lo mismo tiene que ocurrir con artistas de cine, profesores universitarios lletrafeits, bailadoras de flamenco, humoristas, asociaciones de vecinos y todo aquel que pueda resultar influyente.
Así mismo, también es necesario un exhaustivo control de las instituciones estatales como el CIS, el CNI, TVE, etc. lo que se consigue mediante el incremento exagerado de cargos públicos como ministros, consellers, directores generales, etc. Y, de igual forma, hay que introducirse en los organismos burocratizados internacionales aquejados de una indolencia que los convierte en presas fáciles de los relatos políticos.
En lo económico hay que instaurar un régimen del expediente corporativista que asegure a los empresarios un statu quo que les blinde de la competencia, y les lleve a temer cualquier cambio o innovación. Suprimiendo así, por la puerta de atrás, la libertad de empresa y su prosperidad asociada.
Para aguantar cuarenta años el líder tiene que hablarle directamente al pueblo, sin las interferencias de los molestos parlamentos, evitando que la oposición tenga ocasión de exponer sus propios argumentos. Sus discursos tienen que estar trufados con las palabras “social”, “los que se quedan atrás”, “los descamisados”, etc, y, por supuesto, algo hay que repartir mientras el público mira.
Sánchez, sin el más mínimo rubor, pone todos esos elementos en práctica, con independencia de las circunstancias, así que su permanencia en el poder puede ser más larga de lo que muchos piensan. Para confirmarlo solo nos resta saber si aprendió la lección de la fatídica zapateriana noche del 10 de mayo del 2010.

lunes, 25 de mayo de 2020

Muy recomendable este artículo de Victor H. Becerra en que se cuestiona como se ha gestionado la crisis sanitaria

Vale la pena leerlo despacio y un par de veces en elcato.org.

Victor H. Becerra dice que el desastre económico que está por venir no se debe en gran medida al COVID-19, sino a la reacción de los gobiernos y políticos.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Por la profesionalidad de los docentes

Verónica Álvarez Alarcón
Pep Ignasi Aguiló Fuster
Miembros de la Directiva de PLIS, Educación por favor
Aunque el Gobierno parece actuar con total desorientación en materia de gestión de la crisis se mantiene firme, e incluso acelera, en su idea de dominar la comunicación para ocupar, más y más, espacios tanto en la administración como en el conjunto de la sociedad. Así, en materia educativa, la búsqueda de protagonismo por parte de la Ministra Celaá ha resultado del todo contraproducente. Lejos de implicar a la comunidad educativa, dando instrucciones claras y las herramientas necesarias para que fuese el propio profesorado quien resolviese los problemas ligados al confinamiento, ha optado por la confusión populista y, probablemente ilegal, de derivar responsabilidades hacia abajo, haciendo dejación absoluta de sus competencias y rompiendo el sistema educativo español. Por su parte, el seguidismo del ejecutivo balear les ha llevado a aprobar resoluciones en la misma línea de imprecisión y falta de claridad.
Nada de todo lo anterior ayuda a elevar el prestigio de los docentes ni tampoco el de las generaciones de jóvenes y adolescentes que son merecedoras de un sistema educativo a la altura de los tiempos de la sociedad del conocimiento. Lógicamente, ante cualquier acontecimiento la sociedad, las familias quieren soluciones y los alumnos necesitan avanzar en toda circunstancia, también en época de encierro.
Este es el momento para que los profesionales de la educación reclamemos mayores dosis de libertad, asumiendo al mismo tiempo la responsabilidad que nos debe corresponder; desenmascarando la trampa de manipulación política en la que, poco a poco, estamos cayendo. Pues desde hace demasiado tiempo nos quieren convertir en simples piezas de una maquinaria puesta al servicio de la conquista del poder.
Nuestro sistema educativo cuenta con más licenciados y titulados superiores que cualquier otro sector, muchos de ellos han accedido al mismo a través de un competitivo sistema de oposición, tratándose, además, de un tipo de actividad que requiere grandes dosis de vocación. No es de recibo que se nos trate como a los trabajadores de la era de la producción industrial en masa. Es la hora de recuperar el orgullo y el prestigio de nuestra profesión.
La problemática educativa es muy amplia, diversa y compleja, de forma que cualquier intento de uniformidad sólo puede ir en detrimento de la calidad del servicio. En este sentido, pasar a los alumnos de cursos, a modo de una casi promoción automática, no hará más que agravar la situación de todos los implicados, ahora y en cursos venideros. Desde PLIS no creemos que esa sea una senda constructiva, sino un camino cerrado que maquilla resultados y que traslada la responsabilidad al profesorado de forma torticera.
Hasta la fecha, al profesorado se nos intenta imponer el idioma en que tenemos que expresarnos, como si se tratase de apretar el botón de dual en la tv. Se intenta imponer los libros a utilizar, las pautas que hemos de seguir en clase, los métodos de evaluación, incluso las palabras con que nos expresamos, no sea cosa que no se ajusten al marco de la corrección política. Nunca se nos reconoce nuestra individualidad. Se nos considera como una masa homogénea e informe que puede alterarse a placer mediante unas líneas en el Boe o en el Bocaib.
Ese ha sido el caldo de cultivo que nos ha llevado a la absurda situación actual en que una ministra decide empujar hacia el aprobado general sin ser capaz de mojarse, ni de asumir su propia responsabilidad. Su intención no es ayudar a los desfavorecidos sino ganar terreno entre los que menos se esfuerzan, entre los que se entregan sin pensar, a quien les justifique su pasividad, al tiempo que ningunea a los que sí lo hacen. Lejos de ayudar a los desfavorecidos su actuación está abocada a aumentar su número.
Por todo eso, desde PLIS creemos que el momento es propicio para reivindicar, una vez más, el papel de los docentes de forma individual. Su profesionalidad les tiene que hacer acreedores ante la sociedad de la confianza suficiente, -tal como ocurre con los médicos-, para que se acepten sus criterios personales en aras a que nadie se quede atrás ni que pierda su oportunidad. Lo único que debería hacer el Ministerio y las Consellerias es definir unos objetivos a alcanzar en el conjunto del sistema y facilitar los medios para ello. Claro que eso pondría en peligro la gran maquinaria burocrática que permite acaparar puestos de mando.
En este sentido también debemos recordar que desde PLIS, Educación por favor, hace tiempo que reclamamos una mayor implicación de las consejerias de educación en el desarrollo de las facilidades digitales que permiten realizar parte del trabajo académico en el propio domicilio, no sólo en circunstancias excepcionales, sino de forma habitual. La nueva era aporta herramientas y soluciones como los videos-tutoriales, materiales virtuales, videoconferencias, chats, etc, que han de formar parte de la cotidianidad, al tiempo que contribuyen a la descongestión urbana.
Ante una crisis que ha llegado de forma totalmente imprevista, los profesores, los estudiantes y también sus familias llevan semanas haciendo un enorme y visible esfuerzo que podría ser correspondido, por las autoridades académicas, otorgarles la confianza que les permita mejorar su prestigio profesional, salvaguardando a la calidad educativa de caer víctima mortal del maldito Covid-19.
Nadie como los propios profesores conocen las circunstancias de sus estudiantes, y nadie como ellos sabe cómo enfocar el problema sobrevenido. Esta debería ser la hora de los profesionales; no de los aparatos burocráticos, ni de los políticos marquetinianos. Debería ser la hora de avanzar aprovechando todas las oportunidades de mejorar, no la de la resignación. Debería ser la hora de hacer realidad la máxima según la cual es el ejemplo de los maestros el recurso didáctico fundamental.

martes, 19 de mayo de 2020

Décima semana: Continua el confinamiento aunque ya de forma más moderada.

Tal como escribí al inicio de la pandemia, la digitalización de las relaciones humanas será la principal característica de la experiencia vivida, que, al mimo tiempo cambiará el mundo, no sólo para combatir enfermedades sino porque la situación anterior no podía continuar.

Muchos de los desplazamientos que realizamos a lo largo del día, eran claramente insostenibles, moverse entre dos puntos de una ciudad de tamaño relativamente pequeño como Palma, con frecuencia, se convertía en una odisea cara y desquiciante. Y todos sabíamos que tales desplazamientos podían ser fácilmente sustituidos por medios telemáticos de calidad. Sin embargo, nadie se atrevía a dar el paso.

Lo mismo ocurría incluso con muchos trabajo, que pueden ser realizados desde cualquier lugar, aunque sindicatos y otros luchadores por el statu quo se oponían de forma sutil o abierta, cuya auténtica motivación era exclusivamente una mentalidad que ahora, tras la experiencia del bicho, ya nos parece una antigualla.

Las reuniones en Madrid u otras ciudades centrales se convertían en gincamas incómodas e insufribles y enormemente caras. La congestión, la necesidad de onerosas y feas infraestructuras que atentan contra la calidad de vida y el medio ambiente estaban llegando a un punto cuya dimensión les hacía perder el sentido. Y eso que la mayoría de esos reuniones eran sustituibles con el uso del ordenador y las comunicaciones. Y lo serán mucho más cuando la tecnología avance con el 5G y todo lo que vendrá después.

Incluso muchos viajes se habían vuelto locuras colectivas. En los últimos años, visité el Machu Picchu, el Partenón de Atenas o incluso los lugares sagrados de Jerusalem, y siempre me encontré con la misma escena, una muchedumbre atenta a conservar su medio medio metro cuadrado, poniendo más atención en el propio avance en pelotón que en el disfrute y deleite del maravilloso lugar en el que se encontraban. Sinceramente, en esas ocasiones pensé que aquello no podía continuar así, que algo tenía que cambiar. Y, ahora, tras la pandemia, lo vuelvo a pensar. Quizás aumentarán las visitas virtuales, quizás la tecnología nos pueda ofrecer algún tipo de alternativa que incluso podríamos valorar al mismo nivel que la visita en directo en esas deplorables condiciones. 

El viaje de turismo (el gran tour cultural) no puede desaparecer, lo que es placentero para el cuerpo y los sentidos lo seguirá siendo. Pero puede cambiar sustancialmente, tiene que estar más repartido, mejor distribuido y, de esta manera ser más gratificante. La tecnología digital puede contribuir mucho a eso, y sin duda, lo hará. Quizás nos podríamos identificar y conocer otros Machu Picchu, otros Partenones u otras Jerusalems, al igual que podemos conocer multitud de lugares con playas de aguas azules. Quizás al no tener que residir en ciudades grises (porque podemos teleinteractuar con el resto de la humanidad) viviremos en lugares más amables y mejor distribuidos, y por tanto, seremos más selectivos a la hora de hacer turismo. El cambio se palpa en el ambiente.






martes, 12 de mayo de 2020

El Gobierno veta las rebajas en tiendas para evitar contagios y solo las permite online

elconfidencial.com

Lo último que faltaba para acabar de destrozar al sector de la pequeña empresa. Ya pueden decir que la protegen...

domingo, 10 de mayo de 2020

Las ciudades y la pandemia: contra el estado de alarma. último día de la octava semana de confinamiento.

Hasta ahora, la humanidad ha venido experimentado un proceso de urbanización creciente. al calor de la estabilidad en términos comerciales y de paz que nos ha traído la globalización. En buena medida porque las ciudades han sido la causa de poder "vivir bien". Los grandes núcleos urbanos son los principales generadores de riqueza, de creatividad, de innovación, de actividad comercial y de interrelación y también, como no, los grandes centros de cultura. Por lo que, hasta ahora, han sido los grandes imanes que atraen a más y más gente. Pues el crecimiento de las ciudades se produce por la migración, ya que las estadísticas suelen mostrar como en sus poblaciones hay más defunciones que nacimientos.

Cuanto más grande es una ciudad menos gasolineras por cada mil habitantes se necesitan, al igual que ocurre con los cables de electricidad, o de fibra óptica, o con los tubos de conducción de agua, etc. Con el tamaño también aumenta el número de salarios y su cuantía, el número de universitarios y la actividad cultural, la innovación tecnológica y el número de patentes. De esta forma se considera que doblar el tamaño de una ciudad, significa incrementar la productividad entorno al 15%.

Pero el tamaño de las ciudades también está asociado una mayor tasa de delincuencia, de enfermedad, de soledad, de congestión y de contaminación. Y sobre todo, las grandes urbes son muy frágiles, un atentado como el 11-S supone su colapso durante un tiempo, también un fallo tecnológico en el suministro de electricidad o de otro tipo. Ya hora vemos como las pandemias se ceban mucho más en donde la densidad de población es más elevada. Entonces, ¿Son mayores los beneficios que los inconvenientes?. 

Seguramente la respuesta más acertada es: depende. Ya que efectivamente, en donde existan gobierno democráticos y eficaces, transparencia en la toma de decisiones colectivas, medios de comunicación independientes y libres, en donde se respecte el imperio de la ley, y donde exista una sólida y dinámica económica de mercado libre, las ventajas superarán con creces a los inconvenientes, sobre todo porque el dinamismo que les es propio asegura la resilencia.

Sin embargo, en las ciudades que no se den esas condiciones la fragilidad les puede introducir primero en el colapso, y después en la decadencia. La alta fragilidad en sí misma supone unos costes difícilmente superables.

Desde hace tiempo sabíamos que en el futuro las enfermedades infecciosas serían una causa importante de mortalidad, sobre todo, urbana. Por lo que lo lógico era reforzar el marco institucional que protegiese las libertades individuales. Sin embargo, el Estado de Alarma y la agenda gubernamental española como mínimo no transita en esa dirección. 

Hoy hace diez años de la rectificación de Zapatero sobre sus promesas electorales. Sin embargo, ahora las cosas están mucho más difíciles para repetir una jugada parecida. Así que tendremos que estar muy atentos, en los próximos años, a la evolución de nuestras ciudades. 




sábado, 9 de mayo de 2020

¿Y si el virus no hubiese venido de China? ¿Lo habríamos combatido de forma diferente? Ocho semanas de confinamiento

Cuando está a punto de concluir la octava semana de confinamiento, cuando todavía nos quedan unas cuantas por delante y a la espera de ver si el presidente Sánchez nos cuenta algo más sobre sus planes sabatinos, me hago las siguientes reflexiones:
  • ¿Cómo se hubiese gestionado esta crisis sanitaria si en vez de provenir el bicho de China hubiese provenido de occidentes?
    • Pienso que no hubiésemos seguido el modelo comunista-chino de confinamiento. 
    • Qué hemos optado por ese porque China nos sirvió de semi-modelo (allí el confinamiento se limitó a una provincia).
    • Creo que hubiésemos optado por una gestión más de bisturí (aislar residencias de ancianos, montar un dispositivo para facilitar alimentos a las personas que quedasen aisladas en sus domicilios por tener síntomas, se hubiese hecho obligación el uso de mascarillas, se hubiesen suspendido las grandes concentraciones de personas e incluso las clases escolares, etc. pero sin dejar que la economía cayera en picado.).
    • En ese modelo alternativo la crisis sanitaria no se convertiría en una terrible crisis económica.
    • Ni se nos hubiese pasado por la cabeza restringir nuestras (hasta ahora) sagradas libertades.
    • Desde luego, me inclino a pensar, que la hiper-regulación de la desescalada con prohibiciones por horas, por metros, por compañías, etc. No se hubiese planteado, y mucho menos aceptado.
  • Se ha hecho de la forma en que se ha hecho, en parte porque los gobiernos tienen que hacer algo, ante un público que les exige solución a todos sus problemas. Y en parte porque el modelo, el precedente, ha sido un país como China, que a pesar de tener apariencia de país moderno con abundante tecnología, es una dictadura comunista.
Lo que me lleva reflexionar que nos enfrentamos a dos problemas esenciales:
  • Uno es que nuestra sociedad está en proceso de decadencia cuya máxima expresión es poner un exceso de confianza en los gobiernos. Pues eso significa una perdida casi completa de confianza en las propias personas y en la sociedad. Es cierto, que en España ya hemos tenido experiencias de decadencia en el pasado, así que ahora lo nuevo es que esa decadencia de extiende a países de nuestro entorno. Incluyendo a los EEUU cuya situación de ir a menos también comienza a ser evidente.
  • China se convierte en un modelo a seguir aunque no comparta los valores occidentales de libertad, democracia, justicia independiente, prensa libre, respeto a los derechos humanos y a la propiedad privada. Desde el siglo XVI occidente ha sido la locomotora del mundo aportando todas las grandes revoluciones de la humanidad basadas en el humanismo individualista. Parece que ese periodo ha llegado definitivamente a su fin. La historia y la tradición China está más cerca del colectivismo de las Ciudades prohibidas, de los grandes aparatos burocráticos constituidos por élites funcionariales, de las hiper-regulaciones del hijo único, del partido comunista....
La combinación de ambos elementos es un cóctel de graves consecuencias para nuestra sociedad. Pues soy de la opinión que grandes grados de libertad e ilusión que vivieron nuestros abuelos y padres en los años 60's, 70's y 80's a pesar de sus crisis, no los hemos vivido nosotros en el siglo XXI, y me entristece pensar que los tiempos que están por llegar van a ser muy diferentes, porque lo cierto es que dudo que puedan ser mejores.

miércoles, 6 de mayo de 2020

Sánchez a por los 40 años de sanchismo.

Desde siempre Sánchez tiene la vocación de perpetuarse en el poder. Ha visto que eso es posible y ha decidido ir a por los cuarenta años. Su política no está encaminada a una o dos legislaturas sino a prolongarse por mucho más tiempo.

Sus modelos son:
  • Los cuarenta años de socialismo andaluz
  • Los cuarenta años de nacionalismo catalán
  • Los cuarenta años de PNV
E incluso salvando las distancias:
  • Los cuarenta años de Franco
Además, no le queda más remedio que juntarse con Pablo Iglesias. Aunque eso tiene la ventaja de que conoce los modelos bolivarianos:
  • El peronismo argentino
  • El PRI mexicano
  • El chavismo venezolano
¿Qué elementos en común tienen esos regímenes?
  • Un relato simple de buenos y malos. Los buenos son ellos y los malos pueden ser los norteamericanos con su capitalismo, los españoles con su centralismo, los neoliberales con su individualismo, o los del PP con su falta de modernidad y casta.
  • La promesa de un futuro radiante y maravilloso, como la independencia en el caso catalán y vasco, la república en el caso de Podemos, nuevas constituciones en muchos de los casos bolivarianos, una nueva Argentina en el peronismo y, ahora, la nueva normalidad sanchista.
  • Una política de dominio del relato y la "compra" de votos:
    • Control de la prensa mediante concesiones, subvenciones, ayudas e incluso, haciendo parte de su trabajo, así como dejando a la intemperie al discrepante.
    • Una política de subvenciones y trato preferente (como las exenciones fiscales) a los colectivos más influyentes, el cine, los intelectuales, la universidad, etc.
    • Subvenciones a los menos informados mediante fórmulas como la renta la básica y de otro tipo.
    • Por supuesto, también ofrecerá dinero público a organizaciones civiles afines, como organizaciones vecinales, asociaciones de jóvenes, movimientos feministas o ecologistas, etc.
  • Una política de control total de todas las instituciones del Estado desde arriba, comenzando por la proliferación de altos cargos para llevarla a efecto:
    • La televisión y los medios públicos
    • El CIS
    • El CNI
    • El INE
    • etc.
  • Una política de penetración en los organismos burocratizados internacionales (OMS, ONU, FAO, UNESCO, e incluso FMI, Banco Mundial, etc.), muchos de ellos aquejados de una indolencia que les hace susceptibles de aceptar las narraciones ya elaboradas. De ahí la importancia que Sánchez le ha dado a su agenda internacional.
  • Instauración de un régimen económico del expediente corporativista.
    • Regulación corporativista sectorializada de los negocios de manera que existan barreras de entrada, aranceles, etc. que aseguren un statu quo. Al modo de modernos gremios.
    • Paralización de la modernización empresarial, mediante un discurso que dirá promoverla.
    • La idea fundamental es que el empresariado tenga miedo a cualquier alternativa que suponga la ruptura del statu quo. De esta forma aunque la economía vaya peor y se ocupe un posición general de mayor pobreza, pocos serán los que apuesten por una mayor dinámica y prosperidad.
  • Construcción de un liderazgo que habla directamente al pueblo.
    • Este nuevo sistema (nueva normalidad, etc.) se personifica en un líder que, sin intermediarios, le habla directamente al pueblo, reduciendo el papel del parlamento y de otras instituciones de control
El Presidente Zapatero ya realizó un intento de este calibre, pero no supo valorar el poder de la UE. Un poder que pudo ejercer por la crisis que se desató en su mandato.

Sánchez ha aprendido la lección, y tiene la suerte de que la UE está ahora mucho más debilitada. Los "Hombres de Negro", la Troika de la época de Zapatero ya no están presentes por dos motivos:
  • Ahora son muchos los países grandes afectados por la nueva crisis.
  • El populismo es una amenaza real en todos ellos.
Sánchez-Iglesias conocen esa debilidad e intentan aprovecharla a su favor:
  • Penetrando en las instituciones europeas para que interioricen su relato.
  • Dejando caer la amenaza de la ruptura del Euro y el advenimiento del caos.
  • La construcción de un "frente común" nacional con unos nuevos Pactos de la Moncloa, en semejanza con el de los nacionalistas catalanas y baleares.
Es posible que la jugada no le salga bien, tal como le pasó a su predecesor, pero todas sus acciones parecen encaminadas a conseguirlo. Si la oposición no es capaz de verlo, va estar mucho tiempo en esa bancada.Y si además, como oposición, se actúa de forma dividida y sin ofrecer una alternativa clara.