martes, 28 de junio de 2022

Palma está perdiendo el tren de la movilidad

 Palma está perdiendo el tren de la movilidad

mallorcadiario.com

Tener un alcalde sin pulso ni liderazgo tiene consecuencias. La UE calcula que en una ciudad tipo, como Palma, los atascos tienen un coste aproximado al 1% del PIB, lo que equivale a superar, con creces, los 100 millones de euros anuales, una cifra descomunal que supone un grave peso en las alas de la economía insular. Además, a lo que hay que sumar los problemas de salud derivados de la polución, el ruido y el estrés ambiental.

Por todo ello, durante el tiempo de los años de bonanza, que siguieron a la Gran Recesión, se tenía que haber aprovechado avanzar de forma decidida hacia una movilidad más moderna, inclusiva y resiliente. Varios son los ejes sobre los que se tendría que haber actuado y que, sin embargo, la deficiente gestión municipal e insular ha ignorado.

En primer lugar, desde los tiempos de Catalina Cirer no se ha realizado ninguna inversión importante en infraestructuras a pesar de los fuertes incrementos de los presupuestos municipales, del Consell o del Govern. No se ha cerrado el segundo cinturón ni se ha construido parking alguno, tampoco se ha ampliado el Metro. Esto último suele ocurrir cuando cualquier ciudad se acerca a los 500.000 habitantes, tal como es nuestro caso, momento en que se convierte en el medio de transporte de mayor eficiencia social.

Se han rechazado de forma sistemática los nuevos modelos de negocio orientados a mejorar la movilidad reduciendo el número de automóviles utilizados. Me refiero a los dedicados a compartir coches, y otros vehículos, bien tipo taxi con conductor o bien tipo alquiler sin conductor.

La gestión de la EMT ha resultado tan deficiente que además de contar con menos autobuses de los necesarios para afrontar las frecuencias mínimas que la hagan competitiva, ni tan siquiera ha sido capaz de agilizar la recarga de su tarjeta ciudadana, ni en más establecimientos, ni a través de Internet. A duras penas, se puede combinar con los transportes interurbanos del Govern.

Se podría decir que todo lo anterior va en beneficio del taxi, pero las quejas sobre su servicio son una constante que crece día a día. Incluso, los propios taxistas se quejan de la inoperancia de Cort a la hora de facilitarles algún tipo de flexibilidad que les permita ofrecer un mejor servicio ante la drástica reducción del número de coches de alquiler disponibles este año.

Por otro lado, la moderna micro movilidad se enfrenta a una inseguridad regulatoria total, con una clara tendencia al típico prohibicionismo que caracteriza a la izquierda política de cualquier ámbito. Lo que conduce a contradicciones tan flagrantes como que los patinetes eléctricos pueden estar equipados con motores de mucha mayor potencia que las bicicletas asistidas, a pesar de que estás son más seguras que aquellos. De hecho, la limitación de potencia (que no de velocidad) de estos vehículos impide que puedan ser utilizados para acompañar a los niños al colegio o para el reparto de mercancías de proximidad. Sin una mayor asistencia puede resultar muy difícil afrontar pendientes como, por ejemplo, las de La Bonanova o Génova.

En su momento se prohibieron los patinetes compartidos y también se rechazó una propuesta de la oposición, a inicios de la anterior legislatura, para que las bicicletas de Bicipalma pudieran contar también con asistencia eléctrica para, de esta manera, ampliar notablemente tanto las distancias abarcables como el público objetivo que las puede utilizar. En aquel momento, se consideró (aunque parece que se ha rectificado) que eso eran cosas propias de la ciudad de Madrid; ya saben la de Ayuso y Almeida.

El año que viene tiene que estar en marcha un nuevo PMUS (Plan de Movilidad) para acceder a determinados tramos de financiación europea. Sin embargo, a seis meses vista su implementación, los ciudadanos, desconocemos cuáles serán las normas que tal documento determinará. No sabemos ni si los coches eléctricos estarán autorizados a circular por las zonas de bajas emisiones, ni en qué condiciones lo podrán hacer, ni por donde podrán circular el resto de vehículos. Incluso recientemente, en un alarde de confusionismo consistorial, se llegó a afirmar, para rectificar después, que las motos verían aumentadas sus restricciones.

Por supuesto, no se ha incrementado significativamente los puntos de recarga de los coches con etiqueta "cero emisiones", ni se ha incentivado la moto eléctrica instalando enchufes en los parkings de este tipo de transporte. Eso sí, a pesar de no haber realizado ninguna de las actuaciones mencionadas en este artículo se decide reducir el número de carriles del Paseo Marítimo, lo que equivale a cargar a los ciudadanos con una dificultad más sin ningún tipo de contribución municipal.

Así mismo, se ha anunciado un nuevo Plan de Ordenación que no ha tenido en consideración facilitar servicios de barrio a través de un diseño policéntrico. Por poner un ejemplo, no se autorizan viviendas en el ParcBit, obligando a que la totalidad de sus trabajadores a realizar, como mínimo, dos desplazamientos diarios de salida y entrada a la ciudad a las mismas horas punta en que lo hacen los estudiantes y profesores de la UIB y el personal del principal hospital de la Comunidad.

La administración electrónica municipal, que podría contribuir a reducir las necesidades de desplazamientos tanto de usuarios como de funcionarios, muestra tantas deficiencias que ya nos hemos acostumbrado a que sus fallos aparezcan en los papeles.

Por no hacer, ni tan siquiera se han racionalizado las tarifas para aprovechar mejor las horas valle de los distintos equipamientos.

En definitiva, Palma está perdiendo el tren de la modernidad en movilidad racional, asumiendo por ello unos fuertes costes.

martes, 21 de junio de 2022

Armengol negará tres veces a Sánchez

Armengol negará tres veces a Sánchez

Antes que el gallo cante, en verdad te digo, Armengol negará tres veces a Sánchez. Aunque lógicamente de momento la inquera, con contundencia, asegurará: “jamás te negaré”.

La política de ficción y confrontación de Sánchez acaba de ser rechazada por la comunidad autónoma más relevante para el Partido Socialista. Allí han gobernado durante casi cuatro décadas de forma ininterrumpida tejiendo una red clientelar de dimensiones similares a las de los nacionalismos. Así que todo hacía pensar que tras la carambola de hace cuatro años por la cual Moreno Bonilla alcanzó la presidencia, las aguas volverían a su cauce. Y, sin embargo, lejos de haber ocurrido esto el PP obtiene una victoria arrolladora. ¿Qué es lo que ha pasado?

Se suele decir que una de las máximas más fundamentales de la supervivencia política consiste en arriesgar lo mínimo. Es decir, no tomar nunca decisiones que puedan ser percibidas como cambios radicales que puedan generar ansiedad a potenciales electores. En este sentido, el presidente andaluz se ha revelado como un político de raza. Sánchez, por su parte, lo intentó durante los primeros momentos de su mandato, pero su personalidad arrogante unida al potente aparato propagandístico que le acompaña junto a sus socios le ha llevado a tomar decisiones cortoplacistas y populistas que ahora, pasado el tiempo, se vuelven en su contra.

La mala marcha de la economía es, en gran medida, responsable de su mal gobierno, aunque desde los medios afines intenten responsabilizar al PP, a Putin o a Manolete. Su política de trilerismo, y de gasto y más gasto, acompañada de un discurso que sólo le compran los economistas a sueldo está en la base de su desgaste. Dicho en otras palabras, el no hacer las cosas mínimamente bien en materia económica, aunque pueda parecer lo contrario, es arriesgar, puesto que al final los malos resultados resultan difíciles de esconder. Hasta el resiste, y también populista, Franco se dio cuenta de esto, cuando en 1959 a regañadientes aceptó un programa reformista que le disgustaba.

Francina Armengol lleva casi dos legislaturas gobernando sin ni tan siquiera acaparar protagonismo mediático. Ha dejado que sean algunos de sus consellers los que protagonicen muchas de las portadas y telediarios. Las promesas dirigidas a su parroquia siempre han sido suficientemente ambiguas, o han quedado postergadas para próximas legislaturas. De hecho, dentro de un tiempo, de su paso por el Consulat de Mar apenas se recordará casi nada, más allá de las leyes que intentan imponer obligaciones a sus sucesores.

Nuestra presidenta fue sanchista cuando éste se alzó con el poder, lo dejó de ser cuando fue expulsado de la silla curul por los patricios de su partido, y volvió a elevarlo a los altares nuevamente cuando, tras resistir, recobró las estrellas de cinco puntas. En ningún momento hizo una apuesta arriesgada por su amado jefe. Y es que Francina conoce mucho mejor que el propio Sánchez el manual de resistencia y supervivencia.

Hoy lunes, el resultado de las elecciones andaluzas, además de un triunfo para el PP de Moreno y Feijó, supone el hundimiento de la cotización de un Sánchez, cuyas únicas alternativas de resistencia son continuar con una huida hacia adelante al estilo Zapatero o virar para intentar iniciar una senda de mayor ortodoxia económica traicionando a sus peligrosas amistades radicales. Ambas alternativas, sin duda, son arriesgadas.

Por todo ello, el manual de resistencia de Armengol tiene escrito que, a partir de hoy, debe marcar distancias con el actual inquilino de la Moncloa. Eso sí, ¡Hay que hacerlo sin arriesgar! Así, podemos esperar verla realizar alguna queja sobre la financiación autonómica o algo así, que suponga una primera señal de su desmarcaje con respecto su líder. Será su primera negación de Sánchez.

mallorcadiario.com

martes, 14 de junio de 2022

Rebajas

 Rebajas

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Cuando parecía que el debate sobre las rebajas ya estaba superado, han surgido algunas voces pidiendo volver a la regulación que fijaba una determinada fecha de inicio por ley. Aunque, sin embargo, ahora han obtenido muy poco eco.

Recordemos que las rebajas consisten en la realización de lo que los economistas llaman “una discriminación de precios”. Es decir, cobrar precios distintos a diferentes colectivos por un mismo producto, con la intención de maximizar los ingresos obtenidos por las ventas. Se trata de intentar que todos paguen lo máximo a lo que están dispuestos.

Ciertamente, siempre hay clientes que pueden y quieren pagar precios elevados, y otros que en cambio se sienten atraídos, principalmente, por los bajos precios. Entonces ¿Cómo cobrarles más a unos que a otros? Los comerciantes saben que hay muchas fórmulas, como puede ser, por ejemplo, introducir alguna pequeña diferencia entre productos cuasi idénticos que convierte a unos en gama alta y a los demás en gama baja. También se puede vender el mismo producto en dos tipos de establecimiento, o con fórmulas distintas, etc. Sin embargo, la manera más tradicional ha sido la de realizar rebajas de precios en un momento dado.

En materia textil o de calzado hace mucho tiempo que se inventó la “obsolescencia programada” de una temporada en forma de “moda”. Así, aquellos compradores más sensibles a seguir los dictados de la última tendencia suelen estar dispuestos a pagar más por la última novedad, mientras que aquellos otros que lo único que buscan es una prenda o un calzado prefieran, simplemente, buscar precios más moderados.

Pues bien, la discriminación de precios llevada a cabo mediante las rebajas permite al vendedor alcanzar el precio más elevado que está dispuesto a pagar cada uno de los distintos tipos de comprador, aumentando así sus ingresos totales. Sin embargo, para tener éxito en este empeño es necesario acertar en el momento preciso de iniciar el período de rebajas. Mantener el precio alto demasiado tiempo puede significar renunciar al segundo tipo de cliente. Mientras que un precio bajo demasiado temprano puede tener las mismas consecuencias empresariales. Así, definitivamente, como el sector comercial es extremadamente competitivo acertar con el momento preciso de realizar las rebajas resulta crucial.

Ahora bien, de un tiempo a esta parte el concepto de “temporada” ha quedado muy diluido, puesto que la tendencia está siendo la constante renovación de stocks con sistemas de distribución parecidos al industrial “just-in-time”. Lo que lleva a que cada establecimiento tenga su propia forma de funcionar. Para unos la renovación será semestral, para otros, trimestral o mensual, incluso puede ser quincenal.  Este es el motivo por el cual tiene que ser cada uno de ellos, de forma individual, quien intente acertar en con su “discriminación de precios”.

Es cierto, que, al no fijar un día de forma compartida, los clientes no se enteran del cambio de precios ni por la prensa, ni porque en el calendario figure un día señalado (como la jornada de después de Reyes). De ahí que, ahora, la labor del comerciante es también mantener correctamente informados a sus potenciales usuarios, algo que las redes sociales y, en general, la informática facilita mucho. De hecho, el correcto flujo de información entre vendedores y compradores siempre ha sido una importante labor responsabilidad de estos últimos.

Por todo ello, en mi opinión, la mejor actuación que podrían tener las patronales en este asunto, no es de ninguna manera presionar a los poderes públicos para que vuelvan a legislar sobre este asunto poniendo coto a la libertad de precios. Alternativamente, si podría resultar interesante contribuir a difundir cuál es el auténtico papel de las rebajas y como puede ser aprovechado por cada uno de los diferentes tipos de comerciantes. 

martes, 7 de junio de 2022

Familia

 Familia

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Hace unos años tuve el privilegio, como concejal en representación del alcalde, de celebrar algunas bodas. Fue una magnífica ocasión para reflexionar sobre la importancia de la familia tanto para los individuos contrayentes como para el conjunto de la sociedad.

La vida en su sentido más pleno, los natalicios, la herencia cultural, la confianza, la complicidad, el apoyo mutuo, las celebraciones, y también la muerte, adquieren su dimensión más humana en el seno de la unión familiar. Es pues ese núcleo íntimo en donde, al fin y al cabo, se producen grandes acontecimientos, los de mayor importancia para los individuos. Es mucho más que un hogar, aunque normalmente se convive en uno. De hecho, hay hogares que de ninguna manera se pueden considerar familia.

Todos esos valores son enormemente atractivos para la inmensa mayoría de personas, tanto si tiene el deseo de reproducirse como si no es así.  Constituyen la materialización del anhelo de compartir lo bueno y de encontrar refugio en tiempos de adversidad vital. Por ello, no se forma una familia como una sociedad mercantil, sino que se fundamenta en un compromiso básico y fundamental de entrega plena que no busca ni simetría, ni contrapartida. Se convierte, así, en un espacio de autonomía y, sobre todo, de libertad personal, pues quien cuenta con el respaldo de una familia, sin duda, puede volar mucho más alto.

Quizás por ello a lo largo de la historia aquellas sociedades que han valorado la institución familiar se han robustecido asegurando un amplio beneficio social. Al tiempo que el resquebrajamiento de la institución coincide con épocas de decadencia.

Por su parte, el Estado inicialmente, cuando se convierte en social, crece aprovechando los huecos que la familia no cubría: el de las personas solas, los huérfanos, las viudas, etc. pero después, su dinámica de permanente expansión le impulsa a intentar sustituir a la familia en cada vez más ámbitos. Por ello, en los últimos años gran parte del crecimiento estatal supone una disminución de las funciones desempeñadas en el ámbito familiar.

De hecho, fue, nada más y nada menos que una ministra española la que proclamó aquello de “los niños no son de los padres, sino del Estado”, como argumento esencial para reducir la potestad de los progenitores en la educación de sus vástagos.

Por su parte, el feminismo de última generación, establece sospechas permanentes más allá de la conducta de los propios individuos al considerar que el concepto abstracto de heteropatriarcado constituye una fuerza superior a la propia voluntad.

“No tendrás nada y serás feliz” es otra idea que abre la sagrada puerta de lo cotidiano e íntimo a lo político. Así, líderes creados artificialmente, como Greta Thumberg, son seguidos por “ministros de consumo” que determinan aquello que es correcto comer, vestir, enseñar, leer o que hacer los domingos. Invadiendo campos que hasta hace poco se consideraban estrictamente privados.

De esta manera, poco a poco, caminamos hacia la soledad narrada en el documental televisivo “La teoría sueca del amor”. En él se nos muestra como en el modélico país escandinavo se ha llegado al extremo de tener que crear un departamento administrativo que se encargue de recoger los cadáveres, y el patrimonio, de aquellos que han muerto sin que nadie tenga noticia de ello. O que un entretenimiento de fin de semana consiste en batir los bosques periurbanos en busca de los que han decidido quitarse allí la vida.

El lector que haya llegado hasta aquí, puede pensar que soy un pesimista. Y efectivamente lo soy, pues crecí en una época en donde la libertad individual avanzaba. El Estado también lo hacía pero en los terrenos baldíos que la fortalecen. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la fuerza arrolladora de la expansión estatal está invadiendo los campos más valiosos de la familia y, con ello, de la autonomía y libertad individual.