sábado, 27 de febrero de 2021

Mi discurso como Presidente del Congreso Extraordinario Territorial de Palma del Partido Popular (27/2/2021)

Muy buenos días a todos, y muchas gracias por otorgarme la oportunidad de presidir este Congreso Extraordinario Territorial del PP de Palma.

Un partido político vigoroso, como el nuestro, es, sobre todo, un flujo de personas capaces de convertir el trabajo político en una institución que nos trasciende a todos, y cada uno de nosotros, manteniendo una línea de acción identificada por su solvencia.

 No es la primera vez que asistimos a un acto como este, pues, el nuestro es un partido con historia. Una historia ya larga en la que han participado muchos, siempre compartiendo los principios esenciales que nos unen, que nos fortalecen y que, también, nos singularizan. Unos principios básicos que nos han permitido, y lo volverán a hacer, conformar la “imaginación política de nuestra ciudad”; esto es, orientar a la ciudadanía para identificar los principales problemas, proponiendo las mejores soluciones.

¡Si amigos!, siento un profundo orgullo al recordar la contribución que han realizando tantos y tantos militantes del PP para hacer de Palma una ciudad ejemplo de vanguardia, tremendamente dinámica, abierta, plural, tolerante, cómoda y bella. Una ciudad que combina, como pocas, la savia nueva de la juventud con la potente energía tranquila de los mayores, sabiendo adaptarse a las circunstancias cambiantes que marcan el paso del tiempo.

Sin embargo, hoy en día vivimos en la era del dominio mediático, de tentaciones populismo peronista que entiende la democracia como una subasta para la compra de voluntades y votos al mejor postor.

¡Si compañeros!, hoy en día, las supersticiones a temer no son esotéricas, sino políticas. Creadas por una izquierda dedicada a la construcción de falsos mitos que, desgraciadamente, seducen a muchos a optar por el error. Un error que, a lo mejor, en un primer momento no se ve, pero que acabará emergiendo, tal como ya ocurrió en otras ocasiones y en otros lugares.

El actual alcalde, y sus socios, están conduciendo a nuestros vecinos, implacablemente, hacia la melancolía y la decepción. Pues el populismo, como os decía, puede resultar atractivo en un momento dado, pero carece de soluciones reales para los problemas reales. Y es que, queridos amigos, los discursos que prometen suprimir todos los males por el simple hecho de prohibirlos, acaban en acciones imprudentes y, por supuesto, mentirosas.

Ante eso, el PP tiene que optar, como ha hecho siempre, por la “verdad”, por la "seriedad", por el "trabajo duro" y, ahora más que nunca, por la "comunicación". Si, amigos, ahora que los medios de comunicación han perdido el monopolio de la información, es cuando comunicar bien es más importante.

Tenemos que acertar en los formatos que empleemos, en los registros, y en el grado de complejidad o simplificación que utilicemos. No es una tarea nada fácil. Pero es aquí donde está nuestro principal “campo de batalla”, es aquí en donde hemos de utilizar más recursos y, sobre todo, el principal de todos ellos, nuestra inteligencia. Pues sabemos que en este terreno la potencia de fuego de nuestros adversarios alcanza una dimensión considerablemente mayor.

Sin duda, nos ayudará ser conscientes de que para reflexionar sobre la política a desarrollar tenemos que ser tremendamente racionales, pero que para realizar esas mismas políticas nos debemos tornar pasionales, muy pasionales

Pasional es la presidenta saliente, y también, el candidato que hoy acepta el colosal reto de liderar nuestro proyecto.

En su momento, se lo dije a Marga y hoy lo hago extensivo a quien la sustituya. Para actuar en la primera línea de la política hay que ser un tipo de persona especial, pues hay que tener la entrega de un mártir; la determinación de un corredor de fondo, la precisión de un cirujano del corazón y la firmeza de un guerrillero.

Sin duda, puedo certificar que las personas que hoy se pasan el testigo reúnen todas esas cualidades.

Muchas gracias

martes, 23 de febrero de 2021

La eficiencia económica y el Dr. Munar

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La eficiencia económica y el Dr. Munar.

El doctor Munar, ante el fracaso del plan de vacunación gubernamental, ha promovido una plataforma cívica para reivindicar la urgencia de incrementar la velocidad del proceso en Baleares, bajo el argumento que aquí hace más falta que en otros lugares, porque se puede vislumbrar una segunda temporada turística muy lúgubre que puede desembocar en catástrofe económica y social.

Es curioso como parece que nadie percibió, en su momento, que justamente eso era lo que quiso evitar la decisión de centralizar las compras. Pues efectivamente, muchos de los que ahora se apuntan a la plataforma, o se hacen fotos con el ilustre doctor, aceptaron, sin la misma mínima discusión, que la centralización burocrática de las compras con la finalidad de evitar pujas de precios. Es decir, se quiso evitar que los primeros en recibir las dosis fuesen aquellos que podían pagar sumas más elevadas.

Pues bien, Baleares está en el grupo de los que pueden pagar más, pues la caída de nuestra economía, a consecuencia del virus, es varias veces superior a la mayoría de regiones europeas. Lo que equivale a decir, que Baleares está en condiciones de ofrecer mayores pujas por los nuevos medicamentos. Sin embargo, esta forma de expresarlo, es decir, abogando por asignar las vacunas en función de la eficiencia económica, parece repugnar a muchos de los que ahora defienden la misma idea, pero con otro lenguaje desde la nueva plataforma.

Pensémoslo un poco más despacio. El sistema de precios libres asigna todos los recursos en función de quién es capaz de sacarles más provecho para el conjunto de la sociedad. Es por eso que su potencia productiva y de bienestar es mucho mayor que su alternativa socialista o nacionalista. Esta es una idea que está suficientemente arraigada en los países anglosajones, y en una buena parte del continente asiático, donde se ha utilizado para acelerar su acceso a la modernidad, a diferencia de lo que ocurre en el sur de Europa y en Latinoamérica.

Y es que para que sea aceptada, las reglas de juego económico tienen que ser iguales para todos y estar muy bien definidas. Lo cual es rechazado allí donde las estructuras sociales son más pétreas y las luchas de poder más opacas. De hecho, aquí, el social-comunismo y el nacionalismo dominante juegan al corporativismo populista más cañí.

La sociedad balear, aún sin ser del todo consciente, vive en una contradicción de especial intensidad, pues por una parte percibe como la prosperidad alcanzada en sus mejores años estuvo vinculada a la existencia de un aparato estatal pequeño, poco influenciable y distante; mientras que, por otro lado, buena parte su clase dirigente, siente profundas afinidades con el proteccionismo populista desarrollado en Cataluña que, con frecuencia, exporta al resto de España.

A buen seguro el ilustre médico mallorquín es bien consciente de todo lo aquí expuesto, y probablemente por eso mismo, su propuesta para acelerar el proceso de vacunación, que es en realidad una propuesta de libre mercado, de forma muy inteligente, la ha camuflado con los colores de lo social y lo regional.

Y es que en la política de nuestro país para que cualquier idea sea aceptada debe adjuntar el calificativo "social" o "nuestro". De este modo ¿Quién sabe?, quizás los liberales deberíamos proponer "nuestra economía social de mercado", o un "nuestro capitalismo social" para que esas ideas se puedan extender y, así, retomar la senda del progreso y la prosperidad que estamos abandonado.

martes, 16 de febrero de 2021

Los no populistas y Cataluña

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Los no populistas y Cataluña.

Cuando apenas hace unas horas que se ha conocido el desenlace de las elecciones catalanas, de forma urgente, y desde mi perspectiva liberal, que quiero recordar que consiste en ser tolerante con los proyectos de vida personales de cada uno, partiendo de la idea de que la protección de la libertad individual, junto con la vida y la propiedad, constituye la principal razón de ser del Estado.

Pues bien, desde esa perspectiva, el resultado electoral muestra que cuando una comunidad le abre la puerta al populismo, éste arraiga con tal fuerza que acaba por desplazar cualquier otra opción no-populista. Y ciertamente, el nacionalismo, en sus distintas versiones, es populismo extremo. Al tiempo que también lo es, aunque más moderado, el partido de Sánchez y, por el lado contrario, Vox.

Cataluña es fundamental para España, pues su liderazgo económico, y su vanguardismo artístico e intelectual ha configurado, de una forma u otra, al conjunto de la Nación. Además, de forma muy especial, siempre ha seducido a las élites cultivadas de baleares, aunque no tanto al empresariado más dinámico. Así, la minimización de las opciones políticas menos populistas nos puede hacer pensar que este fenómeno se continuará extendiendo al resto del país, y con fuerza a nuestra comunidad. Penetrando y dominando todas las instituciones, sobre todo, en los medios de comunicación, la educación y el sistema judicial.

Ante esta situación, ¿Qué podemos esperar los liberales de la política en los próximos años? Pues, como ya escribí en artículos anteriores, hemos de ser conscientes de que el nacional-populismo gobernará durante mucho tiempo, incluso aunque sea cierto que nos vamos descolgando, poco a poco, de los diferentes rankings económicos y de la prosperidad. Ya que, sin embargo, esa pérdida de bienestar no se reparte de forma uniforme, pues la parte de la población, nada despreciable, encuadrada en el sector público y sus alrededores puede ver mejorada su situación.

Por todo ello, soy de la opinión de que los partidos de ideología más liberal, como puede ser el PP o Ciudadanos, harían bien, no sólo en identificar los errores políticos que han cometido, sino en intentar centrarse más en el medio y largo plazo, aunque sea a costa de dedicar menos recursos al día a día. Pienso que la única forma de desenmascarar las falacias populistas es mediante la comunicación reflexiva y profunda, lo cual requiere realizar propuestas reformistas de calado, así como contar con los canales de comunicación suficientes como para poder llegar a la parte del público interesada.

En este último sentido, los modernos sistemas telemáticos permiten que los propios partidos se conviertan, en sí mismos, en medios de comunicación donde tratar y divulgar sus propuestas de forma directa, aun sabiendo que navegan a contracorriente. Además, permiten sortear el obstáculo que supone la distancia geográfica, incluido el Océano, ampliando, hasta casi el infinito, las posibilidades de participación de alto nivel.

Ciertamente, las ideas explican mejor que los intereses creados la deriva política de cualquier país. Sin ellas acaban triunfando aquellos menos escrupulosos que se aplican a la conquista del poder por el poder.

martes, 9 de febrero de 2021

El nuevo orden

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El Nuevo Orden 

Como la pandemia se está alargando en el tiempo, y se ha combatido de una determinada forma y no de otra, se puede realizar un prudente ejercicio de prospección sobre el nuevo orden social al que estamos abocados. Prudente, porque la única certeza que tenemos sobre el futuro, es que casi nunca ocurre lo previsto. Sin embargo, vamos a intentar describir muy brevemente algunas de las consecuencias de este bicho “madre de todos los cisnes negros”.

La primera es que continuaremos usando mascarilla mucho tiempo, al considerar que los demás seres humanos son contaminadores potenciales. Lo que nos llevará a mantener la distancia social y profundizar en el teletrabajo. Así que continuaremos pasando mucho tiempo en casa. Por lo que consumiremos muchos menos bienes materiales, que, de esta forma, no tendrán que fabricarse, por lo que no generarán ni trabajo ni uso de materias primas.

Sí que se consumirán más bienes inmateriales, sobre todo de entretenimiento, información y de salud. Pero, en cualquier caso, habrá menos producción global y, por tanto, menos trabajo. Los que tengan un empleo preferirán pagar más impuestos para que los que no lo tengan opten por aceptar un subsidio público modesto, renunciando a ser competidores de laborales, evitando así, una disminución de los salarios. Es decir, una parte importante de la población vivirá de subsidios o de empleos públicos improductivos. De esta forma se incrementa el poder de los gobiernos y funcionarios.

El acelerado proceso de urbanización que vivió la humanidad irá perdiendo velocidad hasta detenerse, e incluso, disminuir. Pues la densidad de población típica de las ciudades dejará de ser un elemento de productividad. De hecho, el aumento de la producción ya no será un objetivo a alcanzar, hasta tal punto que el PIB (Producto Interior Bruto) dejará de ser la variable que se estudie en las facultades de economía, siendo sustituido por VNC (Valor Neto Colectivo). En cualquier caso, los edificios de oficinas, palacios de congresos y centros de trabajo se irán, paulatinamente, reconvirtiendo, aunque durante un tiempo puede que permanezcan vacíos o semivacíos, generando menos necesidades de desplazamientos.

Como, sin crecimiento de la producción la actividad económica se convierte en un juego de suma cero, en donde cualquier ganancia de un colectivo lo es en detrimento de otro, para evitar conflictos sociales los medios (diarios, telediarios, series, películas, realidad virtual y aumentada, videojuegos, etc.) mostrarán únicamente las ventajas de formar parte de la colectividad y del pensamiento grupal dominante. Sin duda, se permitirán los canales de comunicación críticos, pero, por una simple cuestión de recursos, serán minoritarios.

Se realizarán pocos viajes, básicamente aquellos que sean necesarios para experimentar sensaciones, tal como puede ser tomar un baño de mar o de sol, un paseo por un bosque, o una caminata de montaña, etc. Los desplazamientos por motivos laborales serán minoritarios, pues dejan de tener sentido con el 5G. Tampoco los culturales, ya que todos los monumentos, museos, etc. Estarán recreados de forma virtual aportando experiencias más completas que una visita real rodeado de multitudes.

En congruencia con todo lo anterior, tal como ya ocurre, el sistema educativo deja de tener por objetivo la autonomía de pensamiento, o la formación de la personalidad individual. Incluso la adquisición de conocimientos queda reservada a las pocas personas, seleccionadas mediante estratagemas de como las dobles titulaciones, que se necesiten para mantener el statu-quo. De esta manera, la escuela, y en buena medida también la universidad, pasarán a cumplir la misión principal de transmitir las ideas que sustentan el nuevo armazón social, siguiendo técnicas diseñadas por pedagogos especializados.

Aunque podríamos seguir reflexionando sobre muchos otros temas, terminaremos vaticinando que a pesar de que muchos movimientos secesionistas continuarán, Taiwán se integrará en la República Popular sin apenas conflicto, con la aquiescencia de la comunidad internacional y sin la aprobación de la mayor parte de su población.

Opinar, como decía Mafalda, y más si es sobre el futuro, es un deporte de riesgo. Sin embargo, algunas de las ideas aquí apuntas ya forman parte del presente.