En un interesante trabajo de Enrique Palazuelos de la Universidad Complutense de Madrid, publicado por el Real Instituto Elcano se recogen las siguientes aportaciones:
- Entre las 20 primeras compañías extractivas de crudos sólo cuatro son privadas y la mejor colocada ExxonMobil, figura en el séptimo lugar.
- Las NOC (National Oil Company), es decir, las compañías propiedad de algún estado, poseen el 78% de las reservas. Estas empresas poseen, además, la tecnología más puntera y enormes recursos financieros.
- Las compañías rusas posen el 6% de las reservas.
- Las compañías privadas sólo posen otro 6%.
En definitiva, ningún actor puede ejercer un control directo sobre la formación de los precios, y incluyendo de una forma especialmente clara las compañías privadas. Lo que no significa que exista un mercado organizado en competencia, sino más bien un escenario caótico (sobre todo por la arbitrariedad de los objetivos de las NOC's) en donde los precios son impredecibles.
Otra de las sorprendentes conclusiones que se aportan es que "el aumento medio anual de la demanda mundial de petróleo ha caído desde 1,3 millones de barriles-día en 1996-2000 a1,25 millones en 2001-2007". La exigencia de moderar su consumo encuentra argumentos más contundentes en los posibles efectos ambientales que en hipotéticas amenazas de desabastecimiento o desbordamiento.
Acaba el artículo señalando que si se llega a producir un "desbordamiento" será por pugnas políticas o empresariales ajenas al petróleo, o por acciones terroristas sobre los yacimientos o sobre las rutas de tránsito. Llengando a la conclusión que un horizonte de "desbordamiento" no es imposible pero tampoco probable.
Otra de las sorprendentes conclusiones que se aportan es que "el aumento medio anual de la demanda mundial de petróleo ha caído desde 1,3 millones de barriles-día en 1996-2000 a1,25 millones en 2001-2007". La exigencia de moderar su consumo encuentra argumentos más contundentes en los posibles efectos ambientales que en hipotéticas amenazas de desabastecimiento o desbordamiento.
Acaba el artículo señalando que si se llega a producir un "desbordamiento" será por pugnas políticas o empresariales ajenas al petróleo, o por acciones terroristas sobre los yacimientos o sobre las rutas de tránsito. Llengando a la conclusión que un horizonte de "desbordamiento" no es imposible pero tampoco probable.
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