Durante décadas, la PAC ha sido casi la única política común en la UE y llegó a suponer más del 70% de los Presupuestos comunitarios en los ochenta. Hoy superan el 40% y a partir de 2013 se contempla que bajen a un 35%.
España es el segundo país, por detrás de Francia, en la percepción de ayudas agrarias y el primero en fondos para desarrollo rural. Sería uno de los más perjudicados. Para mantener el actual nivel de apoyo, el Estado debería aportar unos 3.000 millones para el sector agrario. En 2009, España percibió 7.432 millones.
En 2009, sobre un presupuesto total de 133.800 millones de euros, los gastos agrícolas suponen el 41,3%, unos 43.000 millones, a los que se añaden otros 13.000 millones, en fondos para desarrollo rural.
El documento de la Comisión ya no considera el sector agrario ni estratégico para el empleo, ni para la seguridad alimentaria que constituían los principales argumentos para esta política. Este cambio de posición se debe a una encuesta de opinión.
En su lugar de PAC, plantean una ligera red de seguridad.
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