martes, 10 de mayo de 2022

¡Liberalicemos la educación! ¡Soñemos!

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 ¡Liberalicemos la educación! ¡Soñemos!

¿Qué ocurriría si liberalizamos la educación?, es decir, si dejase de ser uno de los sectores más intervenidos, regulados y controlados de toda la actividad social, para pasar a permitir perspectivas diferentes que pudiesen ser comparadas y elegidas por los discentes. No lo sabemos, pero llevamos años en que cada nueva ley educativa, aprobada e implementada, es más restrictiva e invasiva que la anterior, limitando los márgenes de creatividad de los profesionales implicados y, con ello, las posibilidades de elección de las familias. Efectivamente, nos quieren hacer creer que existe un triste consenso según el cual sólo quien ocupa el gobierno (sobre todo si es de izquierdas) cuenta con el conocimiento necesario para el diseño de los planes y programas educativos. Sin embargo, la realidad es que el consenso se centra exclusivamente en considerar a la educación como parte esencial para el completo desarrollo personal.

Afortunadamente, en nuestra sociedad existen otros sectores que sí gozan de tales márgenes de libertad. Por ejemplo, el de la alimentación, lo que se plasma en tiendas y supermercados repletos de productos diferentes a precios razonables, que se adaptan a las exigencias de cada consumidor con unos niveles de calidad excelentes. Lo mismo ocurre en el caso de la vestimenta. Incluso, por poner un ejemplo más cercano, en los centros educativos de élite también existen mayores grados de libertad con modelos propios de aprendizaje.

Aclaremos, antes de continuar, que liberalizar no es lo mismo que privatizar. No estoy abogando por una privatización, sino por aumentar las posibilidades de los profesionales, al tiempo que las de elección de los padres, lo cual se puede llevar a cabo de distintas formas. Evidentemente, una liberalización supone un mayor grado de autonomía para los responsables de cada centro y de cada aula, cuyos resultados podrían ser observados mediante la publicación transparente de sus principales datos y, sobre todo, por la libre elección de los padres en sustitución de la libre elección de los políticos.

Sin ir más lejos, el extremadamente restrictivo diseño de las zonas de escolarización de Palma, solo puede ser resultado de la mente de un político de medio pelo sometido a presiones opacas, y convencido de que él conoce mejor que sus conciudadanos las necesidades de sus hijos, algo tan absurdo con los chistes de Tip y Coll.

Los españoles que tenemos una cierta edad hemos vivido distintos procesos de liberalización, a veces unidos a procesos de privatización y otras no. Y los resultados siempre han sido buenos, aunque, en algunas ocasiones, han supuesto dificultades iniciales. También es verdad que, en algún caso, los propios burócratas han querido pilotar de forma tan férrea los propios procesos de apertura que estos han quedado incompletos.

Pero, en cualquier caso, me atrevo a predecir que liberalizando la educación posiblemente apareciesen nuevos enfoques que harían realidad aquello de que “es posible aprender de otra manera”, más eficiente y adaptada a la realidad de todos y cada uno de los estudiantes. Y a pesar que la mayoría de los intervencionistas enseguida objetarán que la posibilidad de seguir itinerarios distintos genera desigualdad, lo cierto es que la diversidad a todos favorece, tal como ocurre con las dietas o con las formas de vestir. La energía imaginativa que se liberaría al abrir el frasco del sistema educativo, con toda seguridad, sería de tal magnitud que hace difícil conocer su alcance a priori.

Cómo padre se enfrenta al burocratizado proceso de escolarización, que hoy (lunes 9 de mayo) se inicia, soy consciente que liberalizar un sector tan repleto de intereses políticos, sindicales, económicos, y de todo tipo, parece un sueño imposible, pero para aquellos que confiamos más en las personas que en los gobiernos es un bello sueño. Al fin y al cabo, el formar a personas independientes que no necesitan ningún tipo de tutela es el objetivo declarado de cualquier sistema educativo.

 

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