Satisfacción entre organizaciones de consumidores y
patronal empresarial por el fracaso de la OPA de BBVA sobre el Banco Sabadell. La valoración general de la
noticia y de su posible impacto en Baleares es eminentemente positiva, al
entender que la operación hubiera supuesto mayores perjuicios que beneficios
para consumidores y empresas.
La Asociación de Usuarios y Consumidores de Baleares
(CONSUBAL) ha expresado su «satisfacción», argumentando que «nos parecía que la
conversión en una única entidad es perjudicial para los intereses de los
usuarios». Según ha manifestado su presidente, Alfonso Rodríguez,
«lo que hace la eliminación de competencia es aumentar los gastos y comisiones,
por lo que estamos muy satisfechos de este final».
En la misma línea se ha manifestado la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN), al señalar que «los consumidores estamos de enhorabuena». La entidad cree que esta resolución contribuirá al mantenimiento de empleo y oficinas en un marco de freno a la mayor concentración bancaria. «El cierre de este capítulo supone una victoria para los consumidores porque la concentración bancaria nos aboca, irremediable, a la exclusión financiera por el cierre de entidades duplicadas. La desbancarización del territorio es la cara b del proceso de la reestructuración bancaria a la que asistimos y que hereda la acaecida en la anterior crisis financiera de la década pasada», ha señalado la presidenta de ASUFIN, Patricia Suárez.
La Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM) se ha mostrado en el último año y medio como una de las voces más críticas con la posibilidad de que la OPA acabara materializándose. De hecho, fue la única entidad balear que se ha personado ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para pedir que no autorizara la operación. La patronal que preside Jordi Mora incluso presentó un informe en diciembre de 2024 desgranando los efectos negativos que la fusión tendría tanto para los ciudadanos como para las pymes de Baleares. El propio Mora expresaba entonces su preocupación y advertía de que «en oligopolios, monopolios y concentraciones de poder quienes acaban perdiendo son consumidores y empresas».
El informe de PIMEM alertaba de las consecuencias de la fusión, ha subrayado, serían especialmente gravosas para los ciudadanos de toda España y tendrían «un impacto importantísimo en Baleares». La reducción de la competencia bancaria se traduciría en menos disponibilidad de crédito, así como en una desaparición de oficinas y de puestos de trabajo. Según el estudio, realizado por el Observatori de la pime de Catalunya, la fusión BBVA-Sabadell se haría con el control del 62 % de las oficinas del Archipiélago. Y eso que, según el informe, el nivel de concentración del poder bancario en Baleares «ya está por encima de lo deseable ahora mismo. Todo ello redundaría en más dificultades para acceder a créditos (una reducción del 8 %) y un mayor coste de los préstamos que se extenderá al consumidor.
No es de extrañar que ahora la patronal celebre el fracaso de la operación. «La competencia en el sector bancario sigue intacta y esto es buena noticia», afirma Mora. El aspecto positivo de no haber cerrado la fusión, a su juicio, es, precisamente, la posibilidad de disponer de más opciones por parte de las pymes y los autónomos a la hora de pedir un crédito. «Hablamos de empresas que por su tamaño miran con lupa las condiciones y necesitan negociar duro con las entidades bancarias para obtener las mejore condiciones. A más oferta de crédito, más opciones de negociar», asevera Mora.
Dentro del marco empresarial, PIMEM celebra la frustrada fusión por el hecho de haber evitado un posible cierre de oficinas y la correspondiente perdida de puestos de trabajo. La Federación, y ya en un aspecto más social, cree que es una buena noticia que el Sabadell siga presente como entidad autónoma, ya que las familias y los clientes «seguirán teniendo más oferta de préstamos bancarios y ahorro con los beneficios que supone poder escoger en un mercado de libre competencia».
Desde la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) también contemplan este punto y final desde una óptica positiva. «Nos alegra que las cosas o procesos se resuelvan en función de lo que decide el mercado».
Para el economista Pep Ignasi Aguiló, el liderazgo del presidente del Sabadell Josep Oliu y el arraigo regional de este banco han sido claves en el fracaso de la OPA del BBVA. Aguiló reconoce que, en un contexto globalizado, «el tamaño es una ventaja capital» y que la operación «tenía sentido desde el punto de vista de la competitividad». Sin embargo, advierte que las fusiones también generan «reticencias por el mayor poder que adquieren las grandes entidades frente a clientes y accionistas minoritarios».
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