El 29 de abril de 1931 la Comisión Gestora Interina del Ayuntamiento de Palma, presidida por Lorenzo Bisbal Barceló (1876-1935) de la Unión Republicana Balear, acuerda nombrar Hijo Ilustre de la ciudad a José Tarongí i Cortes (1847-1890), a propuesta de Francisco Villalonga Fàbregas (1856-1932) del Partit Republicar Federal de Mallorca. El señor Francisco de Sales Aguiló Forteza (1899-1956), concejal por Acción Republicana de Mallorca, propone, y también se acuerda, que una calle del ensanche lleve su nombre. (ver actas municipales, página 106 de 152 del pdf correspondiente). En concreto el documento señalado como: 
Precisamente por tener conocimiento de este documento el 20 de julio de 2020 publiqué el siguiente artículo en Mallorcadiario.

En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 los monárquicos obtuvieron muchos más concejales que los republicanos en Palma, 28 frente a los 16 republicanos y socialistas. Pero como el régimen político cambió, el nuevo gobierno republicano, el día 14, nombró José Suñer Ordoñez nuevo gobernador. 
Éste, procedió a anular las elecciones, cuyo resultado no estaba en línea con lo sucedido en el resto del país. Así el día 15 procedió a nombrar una Comisión Gestora Provisional presidida por Lorenzo Bisbal para regir el importante Ayuntamiento de Palma. Bisbal no fue un alcalde elegido sino designado por el gobernador civil. No hubo nuevas elecciones municipales hasta el 23 de abril de 1933, cuando las derechas y los monárquicos volvieron a ganar las elecciones. La alcaldía paso a manos de Antonio Mateu Ferrer de la Liga Regionalista Balear. Quién a los pocos meses de su toma de posesión como alcalde vuelve a ser depuesto en octubre de 1934 por el gobernador, siguiendo ordenes del Ministerio de la Gobernación del Gobierno de Lerroux.
Se vuelve a nombrar una comisión gestora provisional bajo la presidencia de Mateu Enric Villalonga i Coll, quién actúa como alcalde hasta marzo del año siguiente (1935) cuando se designa, otra vez digitalmente, a Francesc Villalonga de clara tendencia católica y derechista. De hecho, su formación participaba de la Dreta Regional Balear.
En esta ocasión, el gobierno radical-cedista (bienio derechista) decidió disolver los ayuntamientos republicanos electos, -aunque fueran de derechas, por las graves insurrecciones, disturbios y huelgas revolucionarias promovidas por la izquierda socialista y anarquista en otoño de 1934. Se alegó que esos consistorios no garantizaban el orden público.
Nota, en la página del acta anterior a la citada más arriba se puede leer lo que sigue en donde se trata la cuestión xueta a propósito de la intención de alzar un monumento que redima la historia vivida:
 
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