A la economía de Baleares le está pasando lo peor que le puede pasar: perder conectividad. Toda actividad económica supone relación entre personas, de manera que los procesos de crecimiento conllevan intensificación de las comunicaciones.
La pérdida de conectividad supondrá necesariamente una disminución de la relación entre personas, y por tanto, un camino de decrecimiento económico. Justamente ésto es lo que le está pasando a la economía de las Islas. Tras la pédida de compañías aereas, y por consiguiente de vuelos, ahora nos anuncian la sustitución de barcos rápidados y mondernos por otros menos competitivos, según informa diariodemallorca.es. Se ha iniciado e bucle descendente. Todos soportaremos las consecuencias.
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