La irrupción de Internet en el ámbito economíco, todavía no está digerida. Además, es previsible que las posibilidades que ofrezca la Red sean mayores en los próximos años. Tampoco se ha digerido el cambio en la geopolítica internacional, en donde Europa pierde importancia económica en aras a que la ganen otros lugares del mundo, con más juventud, fuerza e ilusión.
Estas grandes transformaciones tienen que suponer, necesariamente, cambios en nuestro sistema productivo. Por lo que los marcos institucionales deberían permitirlos, protegiendo y ayudando a los más desfavorecidos.
Ya es hora pues, de iniciar adaptaciones y cambios en nuestras empresas y administraciones, pues sorprende la tremenda pasividad del actual gobierno socialista, pero también de muchas de las grandes empresas del país. Aunque en este último caso la motivación principal puede ser la existencia de un marco normativo desfavorable.
Ahora la Caixa anuncia el cierre de 250 oficinas, lo que responde a la mayor utilización de Internet y a la necesidad de reducir los costes operativos en un contexto de fuerte competencia internacional. Se trata de un ajuste que se puede calificar de "duro". Siendo difícil de entender el porqué no se inició antes a fin de realizarlo de forma más suave y con más tiempo.
La noticia la recoge eleconomista.es.
La cuestión que queda planteada en el aire es, ¿Seguirán la misma senda el resto de instituciones financieras?. Y la respuesta más previsible es Sí.
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