ElEconomista.es informa que el Banco de Japón vuelve a revisar sus previsiones a la baja y espera dos años de recesión. A la vez que China no cumple ni las previsiones más pesimistas.
El caso de Japón resulta muy interesanete, pues se parece al caso balear o español en el sentido que experimentó un boom inmobiliario muy fuerte. También en ambos casos la población autóctona se estanca por la reducción de la natalidad. Pero a diferencia de lo ocurrido aquí, allí se pusieron muchas pegas a la inmigración. De hecho hay analistas que opinan que el largo estancamiento japonés podría haber resultado menor en caso de haber segido otra actitud.
Sin duda, el contar con una población joven y dinámica tiene que tener efectos dinamizadores sobre el conjunto de la economía, siempre y cuando ésta cuente con los cauces necesarios para desarrollar todo su pontencial.
Será una gran lección observar como se desarrollan los acontecimientos económicos en ambos países.
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