El Fondo Estatal de Inversión Local aprobado por el Gobierno para ayudar a los ayuntamientos de España, con 8.000 millones de euros de financiación para inversiones generadoras de empleo. Podría haber sido una buena medida, que a falta de reformas estructurales en su financiación, resultara paliativa de los déficits que arrastran las Corporaciones Locales, que han visto como la descentralización estatal a favorecido a las Comunidades Autónomas.
Es lógico pensar que la mayoría de ayuntamientos tienen proyectos por realizar, que no pueden desarrollar por carecer de los recursos necesarios. Sin embargo, también es razonable creer que los proyectos considerados más urgentes, estén incorporados a en sus respectivos presupuestos del 2009 vía endeudamiento.
En este sentido el Decreto aprobado establece en el artículo 3, del Título I, apartado b que "Las obras objeto de contrato deben ser de nueva planificación y de ejecución inmediata". Lo que tendrá efectos perversos, ya que muchas corporaciones tendrán que realizar obras de utilidad secundaria (al tener las más urgentes en sus presupuestos), que supondrán un "coste de oportunidad", que no existiría en caso de no haber introducido la frase citada.
Cuando todo indica que el problema de la crisis que estamos atravesando es un exceso de endeudamiento, no se alcanza a comprender la motivación de este punto, a no ser que realmente el Gobierno esté obnubilado por la creencia keynesiana según la cual la reactivación económica puede conseguirse "cavando agujeros que luego se vuelven a tapar".
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