La economía española tiene problemas, pues a la crisis internacional se le suman las peculiaridades propias, de entre las cuales la más importante y dañina es que al reducir su actividad el desempleo crece en gran proporción. De forma que ElMundo.es titula"España vuelve a registrar la mayor subida de paro de toda la UE"
Hay que recordar que desde los primeros tiempos de la transición hasta la reforma del mercado de trabajo del año 1997, había en el conjunto del país unos doce millones de empleados, que luego se convirtieron en diecisite millones en 2003, y casi llegaron a los veinte millones el año pasado.
Pero lo cierto, es que desde 1997 no se ha vuelto a tomar ninguna medida relevante para incentivar ni la contratación, ni la formación; con lo que al detenerse el crecimiento económico el desempleo vuelve al primer plano, como el problema más grave de nuestra economía.
Parece que ante esta situación caben dos tipos de actuaciones, tomar medidas liderando un nuevo resurgir de la actividad económica, o esperar a que otros países salgan de la recesión y arrastren al nuestro por una nueva senda de crecimiento, gracias al reducido tamaño de nuestra económia en comparación con otras.
Esta segunda opción, es la que sigue el actual Gobierno, al considerar que tiene menor impacto electoral. Sin embargo, puede que se equivoque si la crisis es larga, pues cada día que pasa el daño producido por la innacción es mayor.
De esta forma no resulta extraño que el Gobierno pierda credibilidad, tal como señala LaVanguardia.es, añadiendo un nuevo problema: el del liberaje.
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