- Progresiva minusvaloración de la familia, y asunción, por parte del Estado de sus principales funciones lo que conlleva a un inevitable aumento de la soledad. Se tenderá a evitar, incluso, que la reproducción se realice en el seno familiar.
- El Estado tiene más necesidades financieras y, por tanto, la tributación será mayor
- Hipervigilancia de las acciones individuales mediante tecnologías electrónicas, restricciones de la libertad en aras a un, pretendido, énfasis en la seguridad.
- Descarbonización, reducción el consumo individual de energía tanto de origen fósil como renovable. Esta última, no alcanzará la posibilidad de los niveles de usos de la anterior.
- Desmundialización, con su tendencia a consumir, preferentemente de forma inicial, productos locales. Lo que inevitablemente conlleva, unido al incremento de los tributos, a disminuciones de los estándares vida. Cada persona tiene menos opciones vitales.
- Aumento de las interrelaciones personales por medio de sistemas telemáticos asincrónicos. Disminución de las relaciones interpersonales físicas, disminución de los desplazamientos. Una vida más ligada a un territorio pequeño.
- Sustitución del sexo por el cibersexo. Las relaciones sexuales siempre suponen papeles diferenciados entre individuos que pueden ser interpretados de formas también diferentes según la subjetividad de cada uno, por tanto, en aras a la seguridad personal se preferirá el cibersexo.
- Aceptación de una nueva religión basada en los elementos que dan poder al Estado como es el caso de las externalidades, o más en general, bienes colectivos. La religión tendrá la misión fundamental de promover la aceptación de la disminución de los estándares de vida en base a un supuesto bien superior, no para las personas concretas, sino para la humanidad en su conjunto.
- A las personas se las juzgará por su pertenencia de un colectivo, puesto que los derechos se otorgarán por parte del poderoso Estado en función a cuál se pertenezca. Tanto para la bueno, cómo para lo malo. Una buena parte de los conflictos interpersonales los dirimirá, no un juez humano, sino un ordenador previamente programado para juzgar de forma desigual a los considerados desiguales.
- Lo colectivo se impone sobre lo personal o individual hasta el punto que la intimidad se considera una desconsideración social. La política estatal, con el auxilio de la neo-religión, nos impone como debemos comportarnos en los aspectos más personales.
- Aumento de los movimientos grupales de rebaño, mediante los procesos de cancelación del disidente. Cada vez será más complicado tener un pensamiento propio que no se corresponda con el de algún grupo.
- La ciencia entrará en decadencia, pues se considerará que el consenso se tiene que imponer sobre el pensamiento discrepante que, cómo se señala en el punto anterior, se cancela. El statu quo se imponte. Las relaciones de poder son inamovibles.
martes, 8 de agosto de 2023
Tendencias que parecen vislumbrarse ¿Cómo será el futuro? En 12 breves puntos
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