Banco de España bde.es
Sin duda, una elevada deuda es un riesgo y también un lastre para la economía y su recuperación.
El principal elemento de riesgo se derivaría de una eventual subida de tipos de interés, con el consiguiente aumento de las obligaciones del Estado que requerirían nuevos ajustes en otras partidas. Un rechazo de la senda de consolidación fiscal podría tener el efecto indirecto de una mayor prima de riesgo y, por tanto, de unos mayores tipos de interés.
El sector privado de la economía ha realizado una profunda transformación; mientras que el sector público la está haciendo a un ritmo más lento y, con mucha mayor dificultad al ser percibidos los ajustes como una perdida colectiva aunque de hecho no sea así.
En cualquier caso la deuda del sector público no dejará de crecer mientras haya que financiar déficits presupuestarios.
Es cierto, que en esta última entrega de estadísticas del Banco de España existe un cambio metodológico al sumar la deuda de algunas empresas públicas que hasta ahora no computaban, y que experimentará un movimiento a la baja cuando hacia el 25 de septiembre se revise la cifra de PIB con la nueva contabilización de actividades como la prostitución o el comercio de algunas drogas.
En cualquier caso la elevada deuda debería ser un acicate para continuar poniendo mucho énfasis en el control del déficit mediante el cumplimiento de los objetivos marcados. Y, al mismo tiempo, hay que evitar la contradicción en que caen muchos políticos del PSOE que critican el aumento de deuda a la vez que reclaman una relajación de los objetivos, calificando de austericidas a los más ortodoxos.
Por último, a la parte más radical e infantil de la izquierda hay que recordarles que un impago desordenado de deuda, tal como proponen tendría las siguientes consecuencias:
- Aumento de los costes de financiación para el Estado, las empresas y las familias.
- Menor inversión
- Menos empleo y más paro.
- Más pobreza
- Mayores tipos para las hipotecas
- Más desaucios
En definitiva, lo único que se puede hacer con tal elevada deuda es continuar por la senda de la consolidación fiscal.
Una deuda grande supone un gran riesgo, pero sólo es excesiva cuando no se puede pagar..
La deuda que dejó el Segundo Pacte de Progrès era excesiva, la actual sólo es muy elevada aunque sea mucho mayor.
Una deuda grande supone un gran riesgo, pero sólo es excesiva cuando no se puede pagar..
La deuda que dejó el Segundo Pacte de Progrès era excesiva, la actual sólo es muy elevada aunque sea mucho mayor.
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