martes, 19 de septiembre de 2023

Alejandro Fernández, un líder catalán

mallorcadiario.com

En el panorama actual, con una estructura de partidos que incentiva el estricto seguimiento de consignas y argumentarios, hay pocos políticos que sobresalgan por mostrar una personalidad propia. Hace falta valentía y arrojo para asumir el riesgo de salir de los cauces marcados por las burocracias partidistas, generalmente sometidas, en mayor o menor grado, a la corrección política. Alejandro Fernández, líder del PP catalán, es un claro ejemplo de cómo se puede ejercer la política, aceptando la disciplina de su organización, pero sin necesidad de convertirse en un funcionario de partido.

Los medios, a su vez, están sometidos a directrices que nada tienen que ver con la auténtica misión del periodismo, por lo que desgraciadamente las intervenciones y las ideas de estos "afuerinos" librepensadores tienen poca repercusión, aunque sus discursos sean especialmente brillantes, como es el caso de quien nos ocupa, tanto en el fondo como sus formas. La oratoria de Fernández constituye un auténtico contrapunto a la arrolladora apisonadora propagandística que maneja el nacionalismo catalán. Los constitucionalistas que lo sigan, a buen seguro, habrán encontrado en él a una de esas escasas voces capaz de denunciar las tropelías de aquellos que actúan para imponerse sobre el conjunto de la sociedad mediante técnicas de manipulación y exclusión social.

Alejandro Fernández, además, es una “rara avis” que pese, a lo crispado del ambiente de su comunidad autónoma, emplea de forma habitual un fino humor británico que demuestra inteligencia y gran capacidad cultural y argumentativa. No recuerdo a ningún otro político español, ni de ésta ni de la anterior generación, que haya incorporado ningún tipo de recurso humorístico a sus exposiciones, y es que en nuestro país es francamente difícil hacerlo. Sin embargo, el humor contribuye a tomar perspectiva, propiciando la calma necesaria que evita el frentismo. Además, constituye una estrategia capaz de tender puentes con aquellos que se encuentran en sus antípodas políticas. Frente a los graves problemas que tiene ante sí nuestra nación es importante dejar buen sabor de boca, con respeto e incluso cordialidad.

Estos días no hemos enterado que Alejandro pudo dar el salto a la política nacional al haber recibido el ofrecimiento para figurar en las listas al Congreso de su provincia. Propuesta que rechazó por considerar que el origen de los más graves problemas políticos actuales tiene su epicentro en Cataluña, y, por tanto, es allí en donde debe estar. Así mismo, es también en esa comunidad en donde el principal partido del país, el PP, tiene sus mayores debilidades, tal como recordé un artículo anterior de este mismo diario digital (https://www.mallorcadiario.com/la-asignatura-pendiente-del-pp-pep-ignasi-aguilo). A la consumación de los antidemocráticos acuerdos del Tinell, hay que sumar las dudas y los errores cometidos por el propio partido.

Por todo ello, soy de la opinión que es una gran noticia, para todos aquellos que creemos en la libertad y que, por tanto, rechazamos los nacionalismos excluyentes, el que Alejandro Fernández rechace públicamente tutelas, para proponer una alternativa diáfana y propia de centro-derecha. Nadie mejor que él conoce tan bien cómo piensan y actúan sus adversarios. Por su parte, para el PP, en su papel de alternativa de gobierno en todas las instituciones, es así mismo una buena noticia que en su seno tomen cuerpo, y dinámicas diferenciadas, propuestas surgidas desde la propia Cataluña.

España es un país especialmente tolerante y libre. En gran medida lo es porque la configuración autonómica del Estado supone una división del poder gubernativo que frena los posibles intentos de abuso, tal como pudimos comprobar con la gestión de la pandemia. Dicho de una forma más clara en palabras del propio líder catalán, las comunidades autónomas son un contrapeso a las pretensiones autoritarias de Sánchez.

Por cierto, está es una de las ideas que marcan las líneas divisorias con Vox, pero que, al anunciarlas, como hace Fernández también facilita los acuerdos en aquellos puntos que sí son compartidos.

En definitiva, coincido por completo, con el político tarraconense, en que, para el bienestar general del conjunto de la nación, y de forma muy especial para Baleares, es imprescindible que el PP defina y explicite de forma clara sus propuestas de refundar una nueva Generalitat, esta vez al servicio de todos los catalanes y no sólo de una parte.

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