En UltimaHora cambiaron el título, que era el que figura en esta entrada "Prosperidad heredada y saturación".
viernes, 30 de junio de 2023
martes, 27 de junio de 2023
Mi madre era circular ¿Quizás por eso voto al PP?
mallorcadiario.com
Para los que ya acumulamos años nos resulta curioso observar como ahora se llama pomposamente “economía circular” a lo que, en muchas ocasiones, no es más que una vuelta a las viejas prácticas de nuestra infancia. Pues recordamos como, de niños, la ropa iba pasando de los hermanos, o primos, mayores a los más pequeños, o como nuestras madres nos enviaban a por leche con los envases de vidrio usados vacíos para que nos descontaran algunas pesetas. Los zapatos se reparaban, las latas de conserva se podían reutilizar como recipientes, al tiempo que nos enseñaban que había que comer todo lo que nos ponían en el plato hasta dejarlo limpio. Mi abuelo materno, un conocido oftalmólogo de la ciudad, me enseñó a elaborar determinados instrumentos de los que tenía en su consulta, y por supuesto, a reparar todo aquello que fuese menester.
Los veranos, de casi tres meses, los pasábamos en un pinar-garriga de Portol casi aislados, por completo, de cualquier forma de civilización. En una casa sin electricidad, ni agua corriente, así que, de forma natural, aprendimos a no malgastar ninguno de nuestros recursos. De un pozo, y con un cubo convenientemente agujereado para evitar estancamientos, extraíamos la cantidad de agua necesaria para una ducha fría (o para cualquier otra cosa), la leña necesaria para hacer fuego la recogíamos por los alrededores, con la naturalidad con la que se trata algo que tiene valor. Aquella casa tenía un cuarto semisótano en donde se guardaban todo tipo utensilios, tanto en buen como en mal estado, pues ninguno se despreciaba ya que siempre se le podría encontrar, quizás por piezas, otra utilidad. Por todo ello la única basura que se generaba era orgánica a excepción, de tarde en tarde, de las pilas de las linternas y del transistor.
Para muchos de los que vivimos experiencias parecidas la ahora llamada "circularidad" ha impregnado muchas de nuestras pautas de consumo. Por ejemplo, uso el mismo cinturón de cuero desde hace casi cuarenta años, conduzco un coche pequeño que tiene más de veinte, conservo en perfecto estado de revista, y a menudo empleo, el reloj y la estilográfica de mi primera comunión. Durante un tiempo actué como voluntario retirando basura de muchas de nuestras playas. Es lógico que, con la llegada de Internet, me acostumbra a realizar compras (y ventas) de objetos de segunda mano, tal como así ha sido.
Así que creo poder afirmar que lo de reparar, reutilizar y reciclar forma parte de mi cultura familiar heredada. Y en este sentido soy de la opinión que, más allá de la cleantech, acta sobre todo para grandes empresas, la creación de mercados y mercadillos de todo tipo, y la reducción o eliminación (en determinados casos) del impuesto de transmisiones patrimoniales constituye la mejor política para favorecer la circularidad. Pues, sencillamente, cuanto más fácil sea enajenar o adquirir un bien usado más se amplía la posibilidad de aprovechar al máximo todo el potencial de lo ya manufacturado.
Es cierto, que las modernas técnicas de producción en masa han abaratado tanto los costes de producción y distribución que, desde el punto de vista estrictamente económico, no vale la pena plantearse la reparación de algunos bienes. Sin embargo, no siempre es así, tal como ocurre actualmente con los coches eléctricos. Pues, sus precios de tarifa son lo suficientemente elevados como para que se pueda afirmar que no están al alcance de la mayoría.
Quizás por todo lo anterior el 27 de abril de 2021, en este mismo diario, publiqué un artículo titulado "Enchufar coches de gasolina", animando a reducir las trabas burocráticas para reciclar los vehículos con motor de combustión en eléctricos. Una idea netamente "circular", pues 30 millones de coches son ingentes cantidades de materias primas. De hecho, aunque solo se realizará la reconversión de una parte relativamente pequeña del actual parque automovilístico, seguramente se convertiría en la mayor operación de circularidad.
Pues bien, el pasado 9 de mayo la diputada popular Elena Castillo López defendió esta misma idea en el Congreso en forma de toma en consideración como proyecto de ley. Desgraciadamente, la actual mayoría autodenominada progresista la rechazó. Sin duda, este es un motivo más que me anima a votar al Partido Popular.
viernes, 23 de junio de 2023
Populismo de género
- La confrontación de opiniones es la materia básica de la que se compone la democracia. M. Thatcher.
- Hacer pasar por consensos lo que en realidad son dogmas deshumaniza al disidente.
- El feminismo y el cambio climático se han convertido en el catalizador de profundos cambios sociales que no admiten crítica, so pena de ser cancelado, es decir, muerto civilmente.
- La presión de Vox puede haber contribuido a poner debates sobre la mesa que estaban en la sociedad, pero que desde las instituciones se habían empeñado en silenciar.
- Es irracional imponer el machismo como causa subyacente tras cualquier agresión sufrida por una mujer a manos de su pareja o expareja. Lo cierto es que la violencia rara vez es mono causal.
- Se tiene que acabar con la asimetría penal que determina penas mayores para los varones.
- Hay que reformar las competencias de los juzgados de violencia contra la mujer. Deberían conocer también de las agresiones cometidas por parejas del mismo sexo.
- Hay que dar una respuesta al ingente número de denuncias instrumentales que atascan los juzgados. Se usan, con frecuencia, para conseguir ventajas en los procesos de separación.
- La presunción de inocencia. Los protocoles que se activan desde la policía en caso de violencia de género son, a menudo, desproporcionados y excesivos. Con frecuencia se ha normalizado condenar mediáticamente a los detenidos, cuando ni ha mediado juicio y/o sentencia.
- Según el informe del CGPJ (pag. 45). El primer informe resultó contrario a los intereses del gobierno, por lo que el propio gobierno obligó a la elaboración de un segundo informe (ver www.poderjudicial.es).
- Hubo una sentencia del Tribunal Constitucional, siendo ponente López Guerra. Derogó una ley por incurrir en "delito de autor". Como recompensa por aceptar la Ley de Violencia de Género López Guerra pasó a ser juez del Tribunal de Estrasburgo.
- El PP hace un discurso señalando los graves defectos de la ley, para votar a favor seguidamente. Guerra y Rajoy (entre otros) se ausentaron del hemiciclo el día de la votación.
- El Consejo de Estado también emitió un informe contrario a la ley.
- La ley ostenta el record de cuestiones de inconstitucionalidad.
- Muchos jueces se negaron a tomar plaza en los nuevos juzgados creados exprofeso. Incluso el gobierno tuvo que obligar a tomar posesión de estas nuevas plazas. También se incrementaron los sueldos de estas plazas para incentivarlas.
- Las asociaciones de jueces también se han manifestado en contra. La asociación profesional de la magistratura es rotunda.
- Cristina Alberdi también es contraria. Y ella fue la directora que inició la redacción de la ley.
- La coordinadora feminista publicó una carta en la que dejaba claro su oposición a la ley. La firmaron, entre otros, Almudena Grandes o Rosa Montero.
- La directora del Institut de la Dona de Baleares también se mostró en contra.
- Una directiva de la fiscalia excluyó a los varones como posibles víctimas de violencia doméstica.
- Las vistas en estos "juzgados de excepción" en Madrid se realizan a puerta cerrada. Incluso puede ocurrir que el acusado no esté presente por no haber sido citado correctamente.
martes, 20 de junio de 2023
Palma y el metro
La única línea de metro de Palma se inauguró en 2007, justo el mismo año en que comenzaba a tener vigencia la llamada Ley de Capitalidad, por la cual el Govern debería llevar a cabo una inversión anual de 30 millones de euros, a fin de compensar al Ayuntamiento por los costes que supone ofrecer sus servicios al conjunto de residentes insulares.
En aquel momento la población de Palma se acercaba ya a los cuatrocientos mil habitantes, a los que había que sumar los propios de las conurbanizaciones en los municipios colindantes de Calviá, Llucmajor, o Marratxí, además de todos aquellos residentes de otros enclaves que diariamente se desplazan a la capital para realizar sus tareas laborales, visitas sanitarias, y todo otro tipo de gestiones.
Por lo general los planificadores urbanos, consideran que cuando las urbes alcanzan el medio millón de habitantes, es el momento para comenzar a pensar que el Metro como medio de transporte ineludible, y, por tanto, de iniciar la planificación de su construcción. Así lo hizo la alcaldesa de Palma con apoyo del president del govern de entonces. Aprovechando la necesidad de soterrar la estación del ferrocarril, para que los viajeros estuvieran lo más cerca posible al centro neurálgico de la ciudad, decidieron iniciar la construcción de una soterrada red metropolitana.
Sin embargo, ese mismo 2007 hubo elecciones locales, provocando cambios en ambos gobiernos municipal y autonómico. Lo primero que hizo la izquierda, con el recién conquistado bastón de mando, fue abandonar por completo el proyecto de desarrollo del suburbano. No tan sólo eso, sino que además que intentó desprestigiar ese eficaz medio de transporte. Aunque para compensar la desacertada decisión que tomaron, fue entonces cuando anunciaron el absurdo proyecto de diseñar y construir una única línea de tranvía que atravesaría las Avenidas, como medio para solventar los graves problemas de movilidad de nuestra gran urbe. Un despropósito de alternativa tan evidente, que nunca llegaron ni siquiera a conectar la ley de capitalidad con la financiación necesaria para el proyecto.
Desde entonces ha pasado mucho tiempo y los problemas de congestión de tráfico y falta de transporte público no han hecho sino crecer de forma exponencial. También ha crecido la población y con ella las necesidades de desplazamientos. La inacción de entonces nos ha llevado al colapso actual. No obstante, el que ya hayan pasado ni más ni menos que 16 años le permitió a la izquierda política palmesana, esbozar un intento frustrado de rectificación al anunciar, hace unos meses y sin apariencia de reparo, la prolongación de la única línea existente hasta el ParcBit. Supongo que consideraron que aquellos acontecimientos de 2007 ya están olvidados en la mente de sus electores.
Por ello, el nuevo consistorio, con la ayuda de un nuevo govern, más pegado a la realidad, y por tanto, más sensible a las necesidades reales de los ciudadanos, podrían replantearse retomar el viejo proyecto de que nuestra capital cuente con el medio más habitual de transporte de cualquier gran ciudad.
La principal característica del metro es ser el único medio de transporte colectivo rápido. Tanto que incluso puede superar a los propios automóviles privados, una ventaja importantísima para reducir la saturación del tráfico. Además, por supuesto, no es contaminante. Tan eficaz es, que se suele decir que un convoy de metro puede sustituir el uso de unos 600 coches, mientras que un autobús se tiene que conformar con unos 40.
Es evidente que la construcción de una red de metro lleva mucho tiempo y requiere de una gran inversión. Como cualquier infraestructura de red, puede parecer inapropiada hasta que ésta alcance una dimensión y densidad que la convierte en adecuada. Por ello es interesante pensar en qué situación estaríamos si el proyecto inicial hubiese tenido algún tipo de continuidad. Pues, seguramente, algunas de las escasas obras realizadas con posterioridad podrían haberse diseñado para facilitar la construcción de estaciones y otros elementos asociados, ahorrando costes y molestias a los ciudadanos. Es decir, que los palmesanos podríamos contar ya con alguna línea más con la suficiente entidad como para gozar de una mejor calidad en nuestros desplazamientos. Y, sobre todo, veríamos de una forma mucho más optimista el futuro de la movilidad en nuestra ciudad.
El metro no es la única solución a los problemas de los desplazamientos urbanos, hay otras que también se han de implementar, pero es la que requiere de mayor determinación política por parte del alcalde, en necesaria complicidad con el govern. Quizás esté sea un buen momento para desempolvar, hasta ahora, olvidado proyecto.
martes, 13 de junio de 2023
Las cuotas y el sesgo de sus señorías
Siempre he estado en contra de las cuotas en los órganos de representación política. Pues pienso que mi sensibilidad personal puede estar tan bien o mejor representada, por ejemplo, por una mujer, que, por un hombre, de hecho, con frecuencia, lo está. Podría repetir el mismo razonamiento con cualquier tipo de característica individual. Dicho en otras palabras, no considero que un parlamento deba ser un congreso de embajadores que defienden intereses a modo agentes o abogados de la propia identidad. Pues si así fuera ninguna asamblea llegaría a ser auténticamente representativa.
Tomemos, como ejemplo, -gracias a un reciente trabajo de fin de grado-, a los diputados que nos han representado en el Parlament hasta el pasado 28M. Nos encontramos que, de los 59 elegidos, el 60% han desarrollado su carrera profesional en el sector público, un porcentaje muy superior al de los puestos de trabajo realmente existentes en el conjunto de la comunidad autónoma. Lo que, sin duda, podría llevar a pensar que el sesgo estatista de la recién finiquitada legislatura podría estar motivado por el exceso de representación del colectivo funcionarial, aunque yo no lo creo.
Por otra parte, la población extranjera residente en las islas fluctúa entorno al 20% del total. Así, aunque buena parte de la misma no tiene derecho a voto (¿debería ser así?), sería lógico esperar que algún diputado tuviera algún apellido foráneo. Sin embargo, eso no ocurre. No ha habido ni uno, y no sólo eso, sino que tampoco hay apenas baleares de primera generación, aunque rondan el 50%. ¿Significa eso que sólo están representados los colectivos más arraigados con varias generaciones precedentes? Sinceramente, tampoco lo creo.
El 30% de sus señorías tiene formación jurídica, frente un reducido 13% que la tiene en economía, mientras que un ridículo 6% ha realizado algún tipo de estudio relacionado con el turismo.
Las licenciaturas y grados de derecho forman en materias normativas, es decir, en “lo que debe ser” la sociedad, no en lo que realmente es. Los economistas, por el contrario, estudian “lo que es” y las dificultades para lograr lo que debe ser. Por su parte, los estudios sobre turismo tienen un fuerte componente empresarial y organizativo. De esta forma, la radiografía formativa de nuestros, hasta ahora, diputados, muestra un claro sesgo normativista que quizás pueda explicar la gran cantidad de normas que se han elaborado, penetrando en todos los aspectos íntimos de la vida y, con frecuencia, sin tener en consideración el punto de partida ni los deseos de libertad individual propios del ser humano y de nuestra cultura occidental. Pero tampoco lo creo.
Podríamos seguir, y seguir, intentando analizar como el Parlament saliente ha estado lejos de tener una composición similar a la del conjunto de la sociedad. Sin embargo, a nadie se le ha ocurrido establecer cuotas profesionales, ni de origen demográfico o formativo, puesto que lo relevante es que su capacidad representativa proviene de someterse a una dura competencia entre ellos, rindiendo cuentas cada cuatro años. Al respecto, soy de la opinión de que cuantas más cuotas se establezcan menos representativa es una asamblea.
Es cierto que, en nuestro sistema democrático, son los partidos políticos y no las personas que los nutren quienes configuran las diferentes ofertas políticas. Y cómo éstos están jerarquizados acaban siendo sus líderes quienes determinan las líneas programáticas concretas que se ofrecen para cada periodo electoral. Todo lo cual puede provocar, entre el público, una desagradable percepción de falta de representatividad. Pienso que ese fue el motivo que, en el caso de las mujeres, se intentó corregir mediante el establecimiento de cuotas.
Sostengo que hubiese sido mucho más interesante modificar el proceso electoral para que, junto a los diputados de “lista cerrada" también pudiesen elegirse otros en circunscripciones uninominales, pues estos últimos serían los encargos, por su mayor vinculación personal con sus electores, de detectar con mucha mayor precisión cuales son los temas y los problemas que han de ser elevados al rango de políticos, incrementando la competencia por los escaños y, por tanto, acercándose mucho más al objetivo definir los intereses de la totalidad, así como la razón de Estado.
martes, 6 de junio de 2023
La falta de personalidad política de Armengol
Armengol personaliza al político profesional, es decir, a aquel tipo de persona cuyo objetivo principal es vivir el máximo tiempo posible de la política. Joan Font recordaba, en un reciente artículo, como la inquera ha ido perdiendo todas las elecciones, excepto una, a las que se ha presentado durante dilatadísima carrera política. Y, sin embargo, siempre ha tendido algún tipo de puesto de mando con poder de influencia y, por supuesto, un suculento sueldo público. Es una auténtica “funcionaria de partido”, que ha sabido aprovechar los amplios resquicios que ofrece el sistema.
De esta forma, su línea de actuación ha consistido en arriesgar poco, en nunca mostrar una línea de actuación nítida, sino, más bien en irse adaptando, de forma camaleónica, a las curvas y desniveles del camino a medida que estos se vislumbran. En hacerse amiga de los poderosos, ya sean de la prensa, de las grandes empresas turísticas o pertenecientes al alto funcionariado, favoreciéndoles en todo lo que puede estar en su mano, para conseguir su complicidad. De hecho, cuando se ha encontrado ante alguna disyuntiva, a una bifurcación, su actuación consiste en hacer un discurso, al tiempo que implementa una acción política alternativa. Una forma de cubrir todos los flancos. Es por ello que, haga lo que haga, nunca se caen de su boca las palabras “social”, “sostenible”, “medioambiente”,” resiente” y otras de similar corrección política.
Esta forma de actuar, le ha permitido ser una de las políticas más longevas del panorama balear, y quizás lo continúe siendo. Sin embargo, soy de la opinión que ha tropezado con una piedra llamada Pedro Sánchez. Pues su falta de personalidad propia, como buena funcionaria de partido, le llevó a buscar el manto protector del madrileño encumbrado en extrañas circunstancias. Y como buena funcionaria de partido no se ha despegado ni un milímetro ni de las descaradas mentiras, ni del frentismo guerracivilista, ni de la voracidad y degradación institucional de su jefe de filas. Un líder que ha resultado ser un activo tóxico para el socialismo balear.
Armengol siempre desarrollo sus ideas mirando por el rabillo del ojo lo que hacían en los del PSC y otros nacionalistas catalanes hasta que comenzaron sus desvaríos. Así tras algún tiempo de titubeo acabó aceptando la autoridad del jefe como gran referente a seguir. Era lo menos arriesgado.
Pero otros compañeros de partido, quizás con más criterio propio, tuvieron el olfato suficiente para distanciarse de Sánchez a tiempo, lo que les ha permitido salvar, no sólo los muebles, sino sobre todo los miles de buenos sueldos públicos que el triunfo electoral conlleva, además de sus políticas. Ella no se atrevió, por falta de arrojo, y ahora los suyos lo van a tener que volver a casa a reorganizarse. Le estarán agradecidos por los últimos ocho años, pero no la querrán cerca para el futuro.
El futuro sólo está escrito en las estrellas, pero lo previsible es que la socialista continúe desarrollando una anodina labor en el Congreso de los Diputados aplaudiendo su líder nacional de turno y, tal vez, haciendo alguna declaración pública siguiendo el argumentario que le hayan pasado “los de prensa”. Tal vez tenga más suerte. ¡Qui temps passa, anys empeny! dice el refrán mallorquín.
Lo malo de este relato sobre la todavía presidenta en funciones no es su personalidad ni su futuro, sino que este tipo de político, probablemente, ha sido el que más ha contribuido a configurar la realidad política isleña. Quizás por eso nuestra comunidad ha descendido en casi todos los ránquines comparativos a lo largo de la historia de la autonomía, y, sobre todo, quizás por eso nuestra pequeña comunidad no goza ni del prestigio ni de la visibilidad que podría tener en todos los ámbitos. Tal vez, al PSIB no sólo de conviene cambiar de líder, sino también de política.