La honestidad es un principio moral, y también un factor económico muy importante. Mientras que los gobiernos pueden hacer poco para crear honestidad de manera directa. Es más fácil que puedan tener una actitud negativa. Sobre todo cuando crea situaciones en que la única manera de evitar pérdidas ruinosas es violando la ley. El gobierno en esos casos está reduciendo el respeto del público por las leyes en general, al igual que está recompensando el comportamiento deshonesto.
Una economía de mercado funciona mejor en un país en donde la honestidad está más generalizada.
jueves, 13 de abril de 2017
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