El presidente del Gobierno tiene tendencia a concentrar las culpas de lo que no va bien en sus enemigos políticos, principalmente en Aznar y también en Bush.
Pero últimamente, y una vez que los dos políticos han dejado la arena pública, parecía que concentraba las culpas de la crisis en la banca. De manera que su mensaje ha sido que los banqueros eran "los malos" que no pretaban dinero, mientras que él y su gobierno eran "los buenos" que presionan a los malos para que se porten bien.
Sin embargo, esta estrategia puede tener muchos más problemas, pues al Presidente le va ha resultar mucho más difícil arroparse con la prensa amiga; y por tanto, no la va a poder mantener durante mucho tiempo.
Por lo pronto, el responsable de la Patronal Bancaria ya ha respondido a los ataques gubernamentales tal como informa elmundo.es.
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