No formo parte de los pesimistas. Creo que estamos asistiendo a una mejoría lenta pero real de la situación económica. Los esfuerzos desplegados desde el inicio de la crisis están produciendo resultados. Pero los americanos son demasiado impacientes. Una crisis del crédito de tal amplitud no puede resolverse en dos años. Son necesarios por lo menos tres o cuatro años para conseguirlo. En realidad, creo que el principal riesgo que nos amenaza actualmente no es el de una recaída, sino el de una recuperación más rápida de lo previsto de la actividad. Semejante escenario causaría graves daños entre los inversores, ya que en su mayoría han sobreinvertido en obligaciones y no están muy dispuestos a adquirir acciones.
Lo dice Larry Fink, presidente de BlackRock en eleconimista.es. Desde luego no refiere a la economía española sino a la mundial.
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