Los problemas del suministro eléctrico en Cataluña pueden tener un origen ideológico. Al menos esto es lo que apunta Antonio Papell en su columna dominical de diariodemallorca.es.
Así, dice: lo ocurrido sólo se entiende si se toman en cuenta sus elementos políticos, que han impuesto frenos inconcebibles y sectarios al progreso en una sociedad tan adelantada como la catalana.
Las responsabilidades políticas mencionadas no son en modo alguno abstractas; en los últimos años (el Tripartito data de 2003), la Izquierda Unida catalana, allí coligada con los ecologistas (ICV-El Verts), ha encabezado la oposición a tal conexión (MAT ó muy alta tensión), que supuestamente tendría un impacto medioambiental negativo. Y también Esquerra Republicana, por otros motivos, ha mantenido la misma postura.
Curiosamente (o no tan curiosamente) exonera de responsabilidad al PSC socio necesario de los partidos citados.
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