En un nuevo informe en donde rebaja las expectativas económicas del Gobierno de Zp, el Banco de España vuelve a demandar la realización de la reforma laboral.
Lástima que lo haga la víspera de Pascua cuando todo el mundo se va de vacaciones.
En uno de sus párrafos centrales se dice:
Las proyecciones para España contemplan que en 2010 se produzca una paulatina mejora de
la actividad, si bien esta no sería suficiente para que el crecimiento medio anual fuera positivo,
por lo que el PIB caería un 0,4%. Para 2011 se espera que el producto tenga un comportamiento
algo más dinámico, aunque en el conjunto del período la tasa de expansión sería todavía
reducida, del 0,8%. Estas proyecciones suponen una lenta reversión del intenso ajuste
del gasto de familias y empresas y del fuerte deterioro de la confianza de los agentes que han
caracterizado a la severa recesión del último año y medio. Se espera que el avance de los
mercados de exportación y la mejora de la competitividad de la economía española impulsen
la actividad, a través de la aportación de las exportaciones al crecimiento. Sin embargo, dicho
impulso se enfrentará a otros factores que frenan la intensidad de la recuperación, como la
persistencia de un elevado grado de incertidumbre, los prolongados efectos del ajuste inmobiliario
y el alto endeudamiento acumulado por el sector privado, que exige cierto saneamiento
antes de que pueda reiniciarse otra fase de expansión del gasto.
Por lo que el gráfico de crecimiento económico que presenta muestra un fuerte grado de incertidumbre:
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