Condorcet apareció muerto el 29 de marzo de 1794 en su celda
de la prisión de dicho pueblo, apenas dos o tres días después de su
detención. Tenía 50 años. Se supone que se suicidó con veneno o que, tal
vez, sufrió un accidente cerebrovascular.
Miembro y
secretario de las academias nacionales de Letras y de Ciencias, diputado
de la Asamblea Legislativa y de la Convención, revolucionario adscrito a
los girondinos, la suerte de Condorcet se torció definitivamente cuando
los jacobinos de Robespierre, en julio de 1793,
iniciaron el periodo del Terror y ordenaron su detención. Logró
ocultarse durante casi nueve meses en una casa amiga, tiempo que dedicó a
escribir su Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu,
que publicada póstumamente -hay edición en español del Centro de
Estudios Constitucionales- resultó ser una de sus grandes obras.
elmundo.es
domingo, 11 de junio de 2017
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