Editorial de Llorenç Riera en diariodemallorca.es
LLORENÇ RIERA Saber mantener el tipo y la compostura en tiempos difíciles y frente a todos los temporales, es un buen logro. Mucho más si se consigue guardando la capacidad analítica y la visión de conjunto. El vicepresidente económico del Govern Bauzá lo está consiguiendo. Resiste sin abandonar el timón y permanece fiel a su carta de navegación en el mar de las turbulencias sociales y empresariales. Es un comportamiento con el que logra permanecer fiel a la ruta y a la "fortaleza" del PP, esa que, según él, es capaz incluso de "romper con la dinámica electoral y saber que las cuestiones de fondo acaban teniendo recompensa". Pero, como las cosas están muy mal, se cura en salud y fía soluciones a largo plazo, "quizás en otra legislatura".
José Ignacio Aguiló aparece en público desempeñando la función de hombre pragmático, se ampara en los clásicos a los que confiesa devoción y alude directamente a Maquiavelo. Hoy concede una reposada entrevista a Diario de Mallorca en la que se explica con detalle y busca el equilibrio entre el profesional de la economía y el ser humano, el hombre que resuelve ecuaciones, pero tiene corazón. Es una actitud que le lleva a afirmar, aún a riesgo de ser tachado de exagerado, como él mismo admite, que "los economistas también salvamos vidas". Son los médicos de la rentabilidad y de la sostenibilidad monetaria que puede asfixiar.
José Ignacio Aguiló aparece en público desempeñando la función de hombre pragmático, se ampara en los clásicos a los que confiesa devoción y alude directamente a Maquiavelo. Hoy concede una reposada entrevista a Diario de Mallorca en la que se explica con detalle y busca el equilibrio entre el profesional de la economía y el ser humano, el hombre que resuelve ecuaciones, pero tiene corazón. Es una actitud que le lleva a afirmar, aún a riesgo de ser tachado de exagerado, como él mismo admite, que "los economistas también salvamos vidas". Son los médicos de la rentabilidad y de la sostenibilidad monetaria que puede asfixiar.
En todo caso, Aguiló busca pan para mañana, aunque sea al precio de pasar algo de hambre hoy. Mejorará la estética, pero quizás ha olvidado que, por el camino, puede fallar la nutrición, cuyas carencias dejan secuelas irreversibles. Sea como sea, los objetivos se presentan claros, a prueba de toda afrenta, sea de los aliados tradicionales, de los lobbies económicos o, directamente, de la oposición política y la contestación social. El vicepresidente que por primera vez ha hecho los presupuestos que deseaba hacer y que, a partir de sus planteamientos, necesita la Comunidad, "no está en política para hacer amigos, sino para resolver problemas". Los tiene mayúsculos, pero su firmeza le impide espantarse cuando ve que los rent a car se van a tributar al País Vasco o los siempre influyentes hoteleros se quejan de no haber sido oídos antes de decidir los tributos que les afectan.
Nada saca al vicepresidente Aguiló de sus esquemas ni de sus casillas. Puede llegar a admitir, aunque sólo sea por cortesía, el decrecimiento del 0,1% para Balears pero su departamento, que según revela utiliza el mismo método que usaba Carles Manera, continúa defendiendo un crecimiento del 0,3%.
Una burbuja financiera que hizo estallar la burbuja inmobiliaria y no una mera crisis de consumo, como se pensaba, ésta es la consecuencia del estallido económico de 2007, según Aguiló. Ahora su objetivo, con el que ha querido cuadrar el presupuesto de 2013, es poner tapón al gasto y consolidar un proceso de reformas capaz de introducir criterios de equidad y solvencia, tanto a las empresas como a la Administración.Comulga poco con quienes sostienen que el exceso de ahorro es pernicioso y, en términos mucho más políticos, reniega del alto endeudamiento del Govern Antich y no tanto del de Matas porque, en su opinión, el del expresident condenado y plurimputado, recurrió menos al crédito y lo hizo en condiciones mejores. También hizo otras cosas impúdicas que no menciona.
Nada saca al vicepresidente Aguiló de sus esquemas ni de sus casillas. Puede llegar a admitir, aunque sólo sea por cortesía, el decrecimiento del 0,1% para Balears pero su departamento, que según revela utiliza el mismo método que usaba Carles Manera, continúa defendiendo un crecimiento del 0,3%.
Una burbuja financiera que hizo estallar la burbuja inmobiliaria y no una mera crisis de consumo, como se pensaba, ésta es la consecuencia del estallido económico de 2007, según Aguiló. Ahora su objetivo, con el que ha querido cuadrar el presupuesto de 2013, es poner tapón al gasto y consolidar un proceso de reformas capaz de introducir criterios de equidad y solvencia, tanto a las empresas como a la Administración.Comulga poco con quienes sostienen que el exceso de ahorro es pernicioso y, en términos mucho más políticos, reniega del alto endeudamiento del Govern Antich y no tanto del de Matas porque, en su opinión, el del expresident condenado y plurimputado, recurrió menos al crédito y lo hizo en condiciones mejores. También hizo otras cosas impúdicas que no menciona.
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